Juan Cruz Osta (PD).- «Una especie de Operación Triunfo» le llamó uno de los que más sonaban: David Gistau. Éste mismo, al ser preguntado, aseguraba que el «sucesor natural» era, no obstante, Raúl del Pozo. Y así ha sido. El cronista parlamentario más veterano del periodismo español llenará cada día el hueco dejado por Umbral. «El ruido de la calle«. Muy Raúl del Pozo.
Raúl del Pozo ha sido llamado a llenar cada día la última del diario El Mundo. A partir de mañana martes, el escritor y periodista recogerá «El ruido de la calle«.
«Esto no es una sucesión, sólo los reyes se suceden. Además no se puede suceder a un genio y Umbral lo era».
Según ha comentado en su diario, «estaré muy pegado a la actualidad, intentando en todo momento reflejar el ruido de la calle, el estrépito, la movida, la política…»
«La humildad de un periodista es seguir la actualidad».
Mucho se había especulado sobre quién sería el llamado a suceder al gran Francisco Umbral en la contraportada de El Mundo. La mayoría situaban a Raúl del Pozo como titular de la citada columna, pero voces dentro del periódico también aseguraban que Pedrojota Ramírez estaba tratando de atraer a su periódico a míticos columnistas que moran en otros diarios, no dudando en ofrecerles, incluso, el codiciado puesto.
Tras conocerse la noticia, muchos compañeros del diario se han mostrado más que satisfechos. Carmen Rigalt, por ejemplo, le dedica este lunes su propio espacio a su amigo «Raúl».
«Es un lujo tener un amigo encaramado en la columna principal del periódico. Raúl no sustituye a Umbral. De entrada, Umbral es insustituible, pero también lo es Raúl y nadie especula con el espacio que deja libre. Su nueva columna se titulará El ruido de la calle. Le pega mucho. Raúl es callejero y por sus venas corre el estrépito de las aceras y el runrún de los casinos. Todo le pega menos la tranquilidad de los balnearios. No soporta el olor del agua tibia, la blancura de los hospitales, el silencio gélido de los aviones. Ama los hoteles de lujo, pero odia el aburrimiento de los ricos».
«Raúl hace periodismo de urgencia y literatura de aguafuerte. Es vibrante, ruidoso, temperamental. Se parece a Quevedo y a Norman Mailer».
