(PD).-Casi todos sabían de antemano que Renault haría una prueba de fiabilidad del nuevo monoplaza de Fernando Alonso, que se paró a falta de dos vueltas como estaba previsto para comprobar su consumo. Todos menos Público, que tituló la noticia como que el R-28 «dejó tirado a Alonso al final de los entrenamientos».
El bicampeón del mundo se vio obligado a abandonar su monoplaza en plena recta de meta debido a que en esos momentos había otros cinco coches en pista, por lo que cruzó a pie el asfalto y se quedó observando desde la valla cómo los operarios apartaban su vehículo. El Renault no fue el único coche con problemas hoy en el circuito Ricardo Tormo…
Más allá de la pifia de Público, lo cierto es que Alonso trabajó a fondo con el nuevo R-28 por segundo día en Cheste y el resultado fue satisfactorio respecto a la fiabilidad del monoplaza, que se paró a falta de dos vueltas como estaba previsto para comprobar su consumo. Todo sucedió ante 37.000 espectadores, nuevo récord de asistencia en unas pruebas de pretemporada.
El crono del asturiano competía con los mejores conseguidos por los pilotos de McLaren en las tandas matutinas, Heikki Kovalainen y Pedro Martínez de la Rosa. Las buenas sensaciones de Alonso comenzaron ayer, en el debut del R28, un coche donde la escudería francesa ha volcado todos sus esfuerzos para tratar de volver a ser competitivos en la temporada que arranca el próximo 16 de marzo en Australia.
