Literalmente, cuenta que se llevó las manos a la cabeza cuando el ministro de Exteriores confundió a Ceuta y Melilla con Marruecos. Portavoz de Exteriores del Partido Popular en el Congreso lamenta que tras esta legislatura la política en este campo ha hecho que España desaparezca del mundo.
Gustavo de Arístegui confiesa que la crispación política generada por el Gobierno ha terminado con su buena amistad con el ministro Moratinos.
EL presidente del Gobierno puede intentar engañarnos las veces que quiera porque es un hipócrita. Pero cuando Zapatero une la palabra tensión y dramatización lo que quiere es movilizar el voto de extrema izquierda.
Gustavo cree que la política española se ha convertido ya en algo marrullero. Calificativo que personaliza en el presidente del Gobierno.
Se echa de menos la calidad de debate de la primera legislatura. No obstante en la campaña actual hay que destacar los muchos cara a cara sectoriales que se están dando.
En política exterior, el diputado lamenta que haya sido uno de los puntos negros de esta legislatura.
Nos han hecho desaparecer de la escena internacional. Tenemos relaciones de perfil bajo con EEUU y hasta en Oriente Medio, la gran especialidad de Moratinos, va y mete la pata.
En una futurible, aunque improbable, coalición PP – PSOE, en política exterior los populares pondrían la condición de recuperar la sensatez que se ha perdido en estos cuatro años.
Gustavo de Arístegui, que considera un acierta político que él vaya como segundo por Zamora en las listas del PP, está convencido de que la reflexión que Gallardón ha prometido para el 9 de marzo le hará quedarse en política.
Necesitamos a Alberto Ruiz Gallardón, Madrid y España le necesitan.
