(PD).- A nadie se le ha escapado, excepto al maniobrero Pedrojota, que la alusión de Mariano Rajoy a una radio y un periódico iba dirigida a la cadena de los obispos y al diario El Mundo, empeñados en dirigir a las huestes populares y no escarmentados por sus patizanos con el 11-M.
Hasta ahora, el líder del PP había evitado forzar la situación públicamente. Pero ya ha puesto las cartas sobre la mesa.
Rajoy sabe que su discutido liderazgo se debilitaría, todavía más, si trasciende la sensación de que los pasos del PP vienen guiados por gurús mediáticos. Por eso lucha contra viento y marea, rompiendo con una larga y vergonzosa tradición en la que el «si señor» a Federico y Pedrojota ha sido casi una letanía.
Y fiel a su escurridizo estilo, como ahora opintan bastos, Pedrojota ha preferido no darse por aludido, se pone de perfil y espera el momento de posicionarse del todo, a favor del fganador.
Deja el trabajo de desgaste a Federico, porque el de Teruel se ha lanzado con armas y bagajes al campo de batalla.
Este lunes, el talibán de la COPE pedía disculpas a sus oyentes por haberles instado a votar a Rajoy, entre otras cosas.
Esto no ha hecho más que empezar y hay, entre los periodistas, quien pronostica que el PP es tan flojo, que terminará volviendo a entregarse, atado de pies y manos y con corpiño a Losantos y Pedrojota.
