(PD).- Después del escándalo de los aceites de girasol ucranianos contaminados en su transporte hacia España, me piden que aclare que aceite es mejor para comer y cuántos tipos hay.
Está claro que el mejor es el aceite de oliva virgen extra y sus derivados. Soberbio para tomar en ensaladas, guisos y, sobre todo, para frituras, pues resiste las temperaturas de hasta 160º-200º necesarias para freír. Es el más estable y el que se descompone más lentamente.
Otra ventaja: impregna menos al alimento frito y también engorda menos.
Aceites de semilla
Según un estudio realizado por la cadena Eroski, el aceite de girasol es muy rico en ácido linoléico y vitamina E, pero de corto sabor, mientras el de soja es de sabor neutro, rico en grasas poliinsaturadas, (ácido linolénico).
El aceite de nuez se obtiene por presión en frío y no precisa refinado. Es el más rico en ácido linolénico, pero oxida y enrancia con mucha facilidad.
El aceite de sésamo es de sabor y aroma agradables y contiene igual proporción de ácido oléico (monoinsaturado) y linoléico (poliinsaturado). No precisa refinado y contiene un antioxidante natural, sésamo, que lo hace resistente a la oxidación.
Los aceites de coco y de palma no son muy recomendables por ser muy ricos en grasa saturada. Su consumo frecuente se relaciona con el aumento de los niveles de colesterol en sangre y no poseen el efecto cardioprotector de otros aceites. Son los menos saludables de los aceites y generalmente se emplean en la elaboración de productos de bollería industrial y en frituras de productos tipo snacks.