(PD).- ¿Qué tienen en común el ministro de Sanidad, Bernat Soria y Mariano Rajoy? Pues que ambos eligieron un producto tan tipicamente español y cardiosaludable como el aceite de oliva virgen como regalo institucional de estas Navidades.
Pero no fueron los únicos. Los pioneros en regalar jugo de oliva fueron los de Convergencia i Unió, partido que lleva varios años obsequiando con este presente a los periodistas que cubren su información. Moncloa también optó por el aceite de oliva en compañía del vino, otro producto muy ‘made in Spain’.
Al carro del regalo saludable, o sea, del aceite de oliva ya sea virgen o con guindillas, trufa blanca, boletus, pimienta y otros aderezos se subieron también muchas instituciones y empresas españolas como Adeslas,la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica (Farmaindustria), o productoras de televisión como Globomedia.
El aceite está presente también en las tradicionales cestas navideñas del Congreso y del Senado, así como en la del Ministerio de Agricultura, que ya lo incluyó en otras ocasiones.
Banesto envió a sus allegados una versión creativa del producto, ni más ni menos que un olivo pequeñito, aunque también incluyó en su cartera de regalos naranjos para trasplantar.
