«No hay ningún pulso con Madrid. Es una demanda justa amparada en el Estatut de Cataluña«. Montilla cree que la financiación debe de abordarse en este momento. En cuanto a la «mala imagen» que a veces tiene Cataluña, cree que la culpa la tienen algunos partidos políticos y grupos mediáticos. Y, además, recuerda que el PSC es un partido «catalanista y socialista. Que no nos hagan optar«.
Carles Francino, en Hoy por Hoy de la Cadena SER, y conincidiendo con la Diada, le ha preguntado a José Montilla si «habrá algún límite en eso«, o sea, en pedir. Y el President de la Generalidad, tan inocente, ha desvelado su estrategia:
«Si nosotros ciframos una cifra muy alta, como quien juega de farol, correríamos un riesgo, que es que el resultado final fuera muy distinto a ese objetivo. Con lo cual, se genera frustración, aunque la cifra fuera buena. Si por el contrario fijásemos una cifra realista, aquél con el que negocias empezaría a negociar a partir de esa cifra bajándola».
¿Usted sabe cuantas personas me han dicho en las últimas semanas refiriéndose a usted y a su estrategia en esta negociación que va de farol? Muchas», se ha contestado a sí mismo el propio entrevistador.
«Bueno, lo pueden pensar. Eso al final de la jugada se verá, quién iba de farol y quién no».
Tampoco ha querido responder Montilla a Francino si de verdad hay riesgo de que el PSC termine no apoyando los Presupuestos de ZP para el próximo año.
«Como comprenderá, esa pregunta tampoco la voy a responder».
– «¿El PSC es primero socialista o catalanista?»
– «Para nosotros son dos cosas que van indisolublemente unidas. El PSC desde su fundación es un partido catalanista y socialista. Que no nos hagan optar porque optaremos. Somos las dos cosas, que entendemos que son una a la vez».
– «¿Le ha decepcionado Solbes?
– «Si lo dice por la intervención que tuvo a finales del mes pasado hablando de la Financiación, un poco así».
Montilla, pues, se sienta en la mesa de negociación con el viejo truco de exigir una cifra más alta a la «realista» y así tratar de sisar un poco a la otra parte. Y, conocedor de que tiene la sartén por el mando, ya avisa de que no va «de farol» en esta jugada. Por cierto, esta partida la empezó Zapatero poniendo en órbita personalmente un Estatut que todo el mundo daba ya por muerto. Ahora, a apechugar toca.
