(PD)-A los catalanes no les ha sentado nada bien que uno de los personajes de «Vicky Cristina Barcelona», la última película de Woody Allen, esté cursando «un máster en identidad catalana». ¿Una gracia o una venganza? Allen ha tenido que dar explicaciones a la prensa catalana. Entrevistado en el Avui, donde se le ha preguntado si «¿no es gratuito que una de las protagonistas llegue a Barcelona para hacer un curso sobre identidad catalana?». Allen, que ha recibido jugosas subvenciones de la Generalitat, ha dicho que «no sabía que fuera un tema tan candente e intenso».
Santiago González había soltado la liebre en su blog:
Según comentó en su día el diario e-noticies, Vicky, el personaje que interpreta Rebecca Hall, era en el guión una estudiante norteamericana de cocina, pero «las instituciones públicas» pidieron al cineasta neoyorquino que considerase la posibilidad de cambiar el guión para que una de las muchachas se encontrara en Barcelona para estudiar catalán y no cocina.
El resultado es que, preguntada por la razón de su estancia en la ciudad, Vicky explique:
–Estoy haciendo un master en ‘Identidad catalana’.
Se los juro. Luego le preguntan para qué sirve eso y ella responde (aquí no hay manera de saber si se trata de una sutil venganza de Allen por la imposición o se lo han inspirado sus patrocinadores):
–Para dar clases o dirigir un museo.
No se entiende el título, para empezar. Vicky, Cristina, Barcelona. Si se trataba de incluir como fuera la palabra ‘Barcelona’ en el título de la película, había una forma mucho más eufónica y pertinente:
Barcelona subvenciona.
También ha revelado Allen -según informa E-noticies– que «siempre escribo primero el guión, con la excepción, en esta ocasión, de Penélope Cruz. Al saber que yo rodaría una película en Barcelona me llamó a la oficina y me dijo que quería participar en el proyecto. Es cierto que todavía no había empezado el guión, pero tuve que inventar su personaje, no estaba previsto en un inicio. Yo ya la conocía a través de las películas de Almodóvar y considero que es maravillosa, tiene un enorme talento».
Por otro lado, Woody Allen considera que «sería una vergüenza y una humillación que no ganara Obama. Simplemente, porque es infinitamente mejor que McCain. Sería un enorme paso adelante, su victoria. Ya llevamos ocho años con un gobierno catastrófico, incompetente y deshonesto. Sería terrible tener que aceptar que el pueblo de los Estados Unidos no quiere un cambio».
