(PD).- La prensa argentina reivindica sus derechos y señala al Gobierno como responsable de la merma de éstos. Ha advertido de que la libertad de expresión «se ha visto ensombrecida» en el país durante este año «por reiterados episodios dirigidos contra los medios de comunicación y provenientes del poder político».
«La conflictiva relación del Poder Ejecutivo con el periodismo se agravó a partir del prolongado conflicto [que protagonizó este año el Gobierno] con el sector agropecuario», ha indicado la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa).
Adepa explica que, durante este año, el Gobierno «estigmatizó a medios y periodistas ante opiniones o lecturas de la realidad diferentes de la oficial, llegando en este caso a caracterizar a algunos como enemigos de las instituciones».
La entidad se refiere a las reiteradas críticas que realizó la presidenta argentina, Cristina Fernández, y su antecesor y esposo, Néstor Kirchner (2003-2007), sobre el papel de la prensa en el país sudamericano.
«La preocupación se acentuó con la aparición de voceros paraoficiales que atacaron a los medios de prensa con campañas de afiches cuya financiación se ignora», lamentan desde el colectivo.
«También, con amenazas a la seguridad personal de editores y periodistas, como ocurrió con la violación de correos electrónicos. Y hasta con convocatorias a movilizaciones a las puertas de algunos medios, con claro propósito intimidatorio», puntualizó el informe de la asociación, que reúne a numerosos medios del país.
La entidad cree que existieron «campañas sistemáticas» contra los periódicos ‘Clarín’, ‘La Nación’, ‘Perfil’ y la radio Continental, entre otros, y sus periodistas.
Independencia amenazada
También han expresado su preocupación por iniciativas sobre el desarrollo de los medios, por ejemplo el proyecto para crear un Observatorio Público contra la Discriminación en Radio y Televisión como «un mecanismo de vigilancia de los medios» o el «repentino interés» por modificar la Ley de Radiodifusión, sancionada durante la última dictadura militar (1976-1983).
Además, Adepa señala que «se reiteró la presión al periodismo independiente a través de la adjudicación arbitraria de la publicidad oficial», lo que representa «una discriminación informativa que perjudica a los ciudadanos».
«Esta situación puede verse como la antesala de hechos más graves que afectan la subsistencia del periodismo libre en algunos países de América Latina, tal como ocurre en Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador», mantiene la asociación en su comunicado.
«La construcción de una relación madura entre el Estado y los medios es una asignatura pendiente», indicó ADEPA, que de todas formas rescató ciertos gestos recientes como el diálogo con la prensa que instauró el jefe de Gabinete argentino, Sergio Massa.
Argentina es uno de los países «con mayor cantidad de diarios y revistas, y lo mismo sucede con el resto de los medios de comunicación. Esa diversidad es un activo estratégico que debemos resguardar», concluye la asociación.
