(PD).- El caso del asesinato de la periodista rusa Anna Politkóvskaya será visto en el Tribunal Militar de la región de Moscú con participación de un jurado popular, según informó este viernes el abogado de uno de los acusados.
«Es un caso marcadamente político, y sin un jurado popular los acusados no tendrían ninguna esperanza», dijo a la agencia Interfax el letrado, Murad Musáyev, al explicar la petición de la defensa de que la causa no sea vista por jueces profesionales.
Desde la implantación de los jurados populares hace varios años en Rusia, donde la gente considera que la Justicia es controlada en alto grado por el poder, aquellos han demostrado ser más benévolos con los acusados y menos dispuestos que los jueces profesionales a ceder ante las exigencias de los fiscales.
Al tiempo, Musáyev manifestó desconocer si el proceso será secreto y a puerta cerrada, como ocurre en Rusia con algunos casos de resonancia política, o se permitirá la presencia de la prensa en la sala. La Fiscalía General de Rusia envió el jueves, finalmente, a juicio el caso del asesinato en octubre de 2006 de Politkóvskaya, una de las más críticas con la política del Kremlin en el Cáucaso.
Los acusados niegan las acusaciones
Musáyev insistió en la inocencia de los acusados y desmintió las afirmaciones de fuentes judiciales respecto a que la Fiscalía ha corroborado todas las acusaciones contra los tres imputados en el asesinato, del que el próximo día 7 se cumplirán dos años. «Han enviado a juicio los casos de dos chóferes y un intermediario y dicen haber resuelto el caso, cuando no tienen a los que encargaron, organizaron y efectuaron el asesinato», manifestó.
Según la legislación rusa, un caso debe escucharse en un tribunal militar siempre cuando entre los acusados haya un militar, que en el caso de Politkovskaya es un agente de los servicios secretos.
Los tres acusados formalmente del asesinato de la periodista del bisemanario opositor «Nóvaya Gazeta» en el portal de su casa en Moscú son Serguéi Jadzhikurbánov y los hermanos Dzhabraíl e Ibraguim Majmúdov. Un cuarto acusado es el coronel del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Pavel Riaguzov, que supuestamente fue el que facilitó a los asesinos la dirección de Politkóvskaya.
El abogado precisó al respecto que Riáguzov no está acusado directamente en relación con el asesinato de la periodista, sino «implicado en otros episodios».
Otro hermano Majmúdov (Rustam), considerado el autor material del asesinato, es objeto de búsqueda y captura internacional.
La Justicia rusa ha puesto en libertad durante los últimos meses a varios sospechosos y cómplices del asesinato, entre ellos Shamil Buráyev, empresario de la construcción y ex jefe de la administración del distrito de Achjói-Martán, sureste de Chechenia. Organizaciones como Amnistía Internacional han criticado la «escasa voluntad política» de las autoridades rusas para llevar a los tribunales a las personas que ordenaron el asesinato de la periodista.
Torturas en Chechenia
El crimen fue perpetrado cuando la periodista preparaba un artículo sobre las torturas sistemáticas en Chechenia, que fue publicado por sus compañeros cinco días después de su muerte. Politkóvskaya, que nació en Nueva York en 1958 y tenía doble ciudadanía (rusa y estadounidense), era considerada la periodista más crítica con la política del Kremlin, especialmente en Chechenia y el Cáucaso Norte ruso.
La periodista había confesado en varias ocasiones haber recibido amenazas de muerte de los servicios secretos rusos, el Ejército y otras agencias de seguridad del Estado a las que había criticado con dureza en sus artículos
