María F. Cruz y Miguel Pato (PD)-. “La infanta republicana”, además de una aparente contradicción en términos, es el título del nuevo libro escrito por José María Zavala, una biografía que nos habla de atípica vida de Eulalia de Borbón, hija de Isabel II y tía del rey Alfonso XIII.
Fue precisamente su sobrino el responsable de que se la conociera como la infanta republicana: Eulalia de Borbón acababa de volver de pasar unos días en Lisboa, y allí había percibido los vientos de revolución, y,
“Al llegar a España, su sobrino Alfonso XIII le comentó: ‘Estás muy pesimista, Eulalia. ¿A caso te has vuelto republicana?”
Lo que más marcó a Eulalia de Borbón fue su madre, Isabel II, en la que siempre se vio reflejada, aunque probablemente su carácter también se forjó a raíz de saber que no era hija de Francisco de Asís, el marido de su madre, impotente y homosexual.
“La identidad del padre de Eulalia no la conocemos, y si ella llegó a descubrirlo, fue un secreto que se llevó a la tumba”.
Y es que la vida de la Infanta se caracterizó por el sufrimiento. Casada con un hombre a quien no amaba, tuvo que enfrentarse a un escándalo relacionado con su hijo, que había sido expulsado de Francia por verse envuelto en un caso de homicidio.
Aún así, Eulalia de Borbón fue una mujer pionera en muchos sentidos. En 1900 anunció que se separaba de Antonio de Orleáns, su primo hermano, con el que la obligaron a casarse.
“Eulalia era una mujer adelantada a su tiempo: una abanderada del feminismo que abogaba por el divorcio. Nosotros podríamos trasladar el mensaje que Eulalia dejaba escrito en sus memorias a hoy en día”
José María Zavala se refiere a la ruptura entre Elena de Borbón y el Duque de Lugo. El escritor sostiene que ambos tienen todo el derecho del mundo a ser felices y que,
“El Rey Don Juan Carlos está francamente preocupado, porque está en juego la felicidad de su hija, y, hasta cierto punto, la reputación de la monarquía.”
Según Zavala, la monarquía española aún guarda secretos, que si fuesen revelados, la desestabilizarían.
