Revilla: «Con el ordeño de vacas que han hecho los gallegos y los vascos yo iba a Moncloa con los `bebes´ de corbata»

«Pues la verdad que yo iba con los `bebes´ de corbata hoy, porque con la crisis económica y después de haber pasado los gallegos y vascos por la garlopa, yo digo, joder, al llegar le he dicho, ¿hay que dejar algo de dinero aquí? Casi me daban ganas… Saqué diez euros y los puse en la mesa. Digo, ¿ha quedado algo del pastelMiguel Ángel Revilla ha explicado así a Gemma Nierga su reunión con ZP en Moncloa.

Para empezar han hablado con el taxista que ha llevado a Revilla hasta el Palacio de La Moncloa:

«¿Era su primera vez en Moncloa?», le ha preguntado la presentadora de La Ventana de la SER.

«Sí, sí, allí sí».

Juan José Millás, que acompañaba a Nierga, quería saber otras cosas.

– «¿Por qué le han llamado a usted? ¿Por casualidad? ¿Porque usted escucha la COPE?»

– «No, yo no llevo ninguna. Porque llevas la SER, y entra un cliente y te dice: ¿Por qué lleva usted esto? Y llevas la COPE, y lo mismo».

– «El que dice que no escucha ninguna escucha la COPE».

– «Yo musical y carrusel de los deportes».

Millás está emperrado en saber qué radio escucha el taxista. Gemma Nierga ha hecho en ese momento entrar en la conversación al presidente de Cantabria.

«Éste sí que puedo decir yo que es mi programa favorito. Y nada menos que Juan José Millás».

Después de contar por enésima vez la anécdota de las anchoas, Nierga le ha preguntado:

– «A Aznar también le llevaba anchoas?»

– «Pues sí, pero él no salía a recibirte. Se quedaba dentro y mandaba Arenas a buscarte. José Luis no solamente sale sino que baja las escaleras y está esperándote abajo».

Y ya han entrado en los mollar.

– «Le ha arrancado algún compromiso importante al presidente Zapatero?

– «Pues la verdad que yo iba con los debe de corbata hoy, porque con la crisis económica y después de haber pasado los gallegos y vascos por la garlopa, yo digo, joder, al llegar le he dicho, ¿hay que dejar algo de dinero aquí? Casi me daban ganas… Saqué diez euros y los puse en la mesa. Digo, ¿ha quedado algo del pastel?»

«Claro, entre la que está cayendo, y este ordeño de vacas que han hecho los gallegos y vascos a cambio de sus votos, ya digo, uno iba con los bebes de corbata».

Ha aclarado:

«Yo no voy allí en plan pedigüeño».

Revilla ha llegado a La Moncloa a las once en punto de la mañana, sentado en la parte de delante de un taxi, conducido por José Antonio Moreno, de unos treinta años de edad.

El presidente cántabro llevaba una bolsa con el eslogan turístico de la región, ‘Cantabria Infinita’, en la que portaba productos típicos como anchoas, sobaos y miel para reglar al jefe del Ejecutivo, al igual que en ocasiones anteriores.

En esta ocasión, Revilla hizo de intermediario y presentó al presidente del Gobierno al taxista que le condujo hasta Moncloa. Charlaron de la crisis, de aquella que no existía.

¿Será el taxista un oyente COPE y además antipatriota?

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