Shane Paul O’Doherty: «Un joven que simpatiza con ETA tiene que inventarse al enemigo»

Shane Paul O’Doherty: "Un joven que simpatiza con ETA tiene que inventarse al enemigo"

Tatiana Rojas Brito y Miguel Pato (PD)-. Miembro activo del IRA en los años 70, fue juzgado y condenado en 1975 por terrorista. Durante su estancia en la cárcel reflexionó sobre el terror y las víctimas que causó “aquella lucha”. Ahora alza su voz, esta vez por la paz, con el libro “No más bombas” (Ed. Libros Libres).

“Botellas rotas bajo los pies de los niños. Cuerpos esparcidos a través de un callejón sin salida… Muchos han perdido, ¿pero dime quién ha ganado? Las trincheras cavadas en nuestros corazones”. Así suena “Sunday Bloddy Sunday” de U2, una que rememora el terrible Domingo Sangriento.

Shane Paul O’Doherty estuvo allí aquel día en el que murieron 13 personas a manos de la brigada paracaidista británica.

“Yo tenía 17 años e iba en una manifestación en defensa de los derechos humanos. Iba con un amigo mirando a las chicas y riendo. De repente tiros y caos. Eché a correr para salvar la vida aquel domingo”.

En este círculo de violencia vivió Shane Paul durante su adolescencia. El asedio británico en las calles en busca de simpatizantes del IRA, la sensación de desamparo político y su juventud lo llevaron a acogerse al mensaje más radical de la banda terrorista.

“Los irlandeses éramos ciudadanos de segunda en nuestro propio país, una minoría localizada. No teníamos ni siquiera representación en el Parlamento. Todos nos preguntábamos quién defendería nuestra gente, nuestros vecindarios, nuestros guetos. Y el IRA dijo: nosotros os defenderemos”.

Shane Paul O’Doherty cuenta que durante los años que desarrolló actividades terroristas estaba cegado y creía firmemente en el uso de la violencia para defender su causa

“Los gobiernos y las iglesias creen en el concepto de ‘guerra justa’ y han empleado la violencia cuando lo han creído necesario. Nosotros no nos considerábamos terroristas. Éramos patriotas defendiendo nuestro país del opresor británico”.

Y es que muchos sectores de la comunidad norirlandesa apoyaban al IRA y veían como héroes a sus miembros

“Los católicos fueron obligados a vivir en extrema pobreza. Estaban rodeados del gobierno, de las fuerzas de policía y de los soldados de la armada británica protestante que atacaban las zonas católicas con pistolas y bombas.”

“La gente joven trataba de resistirse simplemente con piedras y cócteles molotov. La comunidad católica entera los enaltecía como héroes antes de que llegase el IRA: hombres de negocios, abogados, profesores… Todos los que vivían ahí se sentían seguros porque teníamos barricadas y personas heroicas que tiraban bombas”.

Pero no resolvieron nada con las armas y agravaron la situación de su comunidad. El sufrimiento y el dolor de los suyos y ajenos no les hacía ceder en su lucha armada a pesar de ver que no obtenían resultados

“Cualquier hombre que experimente la violencia, el sufrimiento y el horror en su comunidad quiere un final para esta situación. Pero desafortunadamente muchos son los orgullosos y extremistas que no quieren parar hasta ver beneficios. Es muy difícil volver a la comunidad diciendo: ‘La hemos fastidiado. Esta guerra estuvo mal y todo el dolor y el sufrimiento no sirvieron para nada’. Conlleva un coraje muy especial para el líder el parar la guerra”

Ahora el ex terrorista mira atrás y se arrepiente de no haber agotado la vía política antes de coger las armas para lograr derechos para Irlanda del Norte

“Nos precipitamos a la guerra antes de probar medidas pacíficas, política activista, política apasionada. Fuimos a la guerra primero y luego nos rascábamos la cabeza pensando: ¡Mierda, quizá deberíamos haber probado la vía política! Todavía tenemos fronteras y reglas británicas pero ahora los católicos tienen ahora la mitad del poder. Lo terrible para mí y para las personas que estuvieron 14 o 15 años en la cárcel es que podríamos haber obtenido todas estas cosas a través de medidas democráticas”.

Este mensaje es el que quiere transmitir con su libro y pretende llegar a los jóvenes en riesgo de ser atraídos por grupos parecidos al IRA

“El libro intenta decirles a los jóvenes: no hagáis lo que yo he hecho. No vayáis donde yo he ido porque eso supone muchos problemas para todo el mundo. Mi problema fue que, cuando escapé porque me perseguía la armada británica y la policía por las bombas de Londres, ya no tenía opciones, ya no podía volver atrás. Mi deseo es que mi libro sea leído sobre todo en el norte de España, en el País Vasco”.

Shane Paul O’Doherty siente España como su segunda casa y ve diversas similitudes entre el País Vasco e Irlanda del Norte, con algunos matices:

“Un joven vasco no ve a soldados españoles en la calle con sus pistolas apuntándoles a la cara: es muy diferente. De hecho tiene que inventarse al enemigo. Pero en España pasa ahora como pasaba entonces en mi país: el catolicismo se está derrumbando y existe una polarización de los partidos políticos. Soy un turista político.”

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