Zarzuela le planta cara al «off the record»

Zarzuela le planta cara al "off the record"

Miguel Pato (PD)-. En la última celebración de la Pascua Militar, la convocatoria de la Casa Real estipulaba claramente que “la cobertura informativa terminará tras el discurso del rey”. Esta medida ha sido interpretada por por algunos como un portazo en las narices a la prensa en toda regla.

¿Por que se decide desde Zarzuela prohibir los corrillos? ¿Por qué ZP instaura al mejor estilo franquista la prohibición de preguntas tras sus ruedas de prensa? Profesionales consultados por Periodista Digital explican que en un acto en el que los Reyes son anfitriones no se deben de hacer declaraciones.

“Pero una vez que los políticas hablan uno escucha, pregunta, le responden… No se toma nota pero el contenido de esa conversación se reproducirá en cuanto se tenga oportunidad.”

El veterano periodista Luis María Ansón considera adecuado pedir a los políticos que esos actos públicos, convocados por Casa Real, no son lugares para hacer declaraciones políticas. “Pero no se puede restringir el acceso a los periodistas” añade.

“Comparto la preocupación de Casa Real que si el anfitrión es el Rey, el protagonismo se lo lleven otras personas. Por eso debemos de entender que estas recepciones son de carácter social y no político.”

De hecho, tal y como recuerda Carmen Enríquez, que durante años cubrió estos actos para TVE, se ha dejado de respetar una regla no escrita según la cual lo que se hablara de política en los actos en los que la Monarquía es anfitriona.

“La imagen más habitual en esas recepciones era la de grandes corrillos de corresponsales políticos en torno al presidente del Gobierno o al jefe de la oposición lo que daba una pésima imagen a los invitados que no eran periodistas. «

Otros compañeros que suelen cubrir estos actos ahondan en esta idea al considerar que

“Hay que tener claro que esas recepciones no son ruedas de prensa. Los políticos podrían quedar con la prensa a la salida de esos actos y hacer declaraciones tranquilamente allí mismo. Se han dado caso de ministros haciendo declaraciones detrás de un jarrón.”

Carmen Enríquez sospecha que la Casa del Rey sí ha tratado de hablar, en varias ocasiones, con los responsables de Moncloa para que el presidente no haga declaraciones.

“Les han hecho caso omiso. Y esto ha pasado con González, Aznar y ahora con Zapatero.”

JUSTOS POR PECADORES

Pero, al final, lo que queda, lo que nos queda a los periodistas es que “tenemos la sensación de que pagan justos por pecadores”. Así lo explica Francisco Paniagua de Onda Cero que añade que

“Me da la sensación que perdemos los periodistas. Porque el off the record da una información, que aunque no puedas publicar, te da la oportunidad de entender el contexto de otras cosas.”

Además, añade Carmen Enríquez, la decisión de Casa Real de no permitir el acceso a la recepción posterior a los discursos es drástica y acaba con una tradición agradable.

Esa sensación de pérdida que pueden tener algunas personas se completa tristemente con una vaga cobertura desde las asociaciones de periodistas. A las redacciones apenas nos ha llegado un comunicado de la FAPE, escueto y tibio que no defiende con acciones concretas la defensa de la profesión y que nos dejen en la puerta como si del servicio se tratara.

REFLEXIÓN Y AUTOCRÍTICA

La reflexión no proviene de las asociaciones de periodistas, sino de los periodistas que si bien no comparten al 100% la decisión salomónica de dejar a los periodistas por el lado de fuera de la puerta, son capaces de analizar los porqués de esta drástica solución.

Francisco Paniguana, corresponsal de Onda Cero para Casa Real lamenta que dos años a esta parte se ha desvirtuado la idea original de estas recepciones. De tener la oportunidad de mantener una charla informal con miembros de la Familia Real o importantes políticos se ha pasado a una especie de ruedas de prensa paralelas.

Para Carmen Enríquez, que primero considera que no se puede matar al mensajero y tras instar a Zarcuela y Moncloa que lleguen a un verdadero acuerdo para evitar situaciones incómodas para Casa Real, apunta que

“Los periodistas deberían de hacer su propia reflexión y si en estos actos estaba implícito el off the record, por qué se ha dejado de respetar, quién fue el primero en romper la regla. En otros países son mucho más serios con este tipo de cosas.”

Al margen de estas consideración no hay unanimidad en afirmar que se atenta contra la libertad de expresión o lo contrario. Sí existe la petición de que el anfitrión Real y los representantes políticos lleguen a un acuerdo para hablar o no. No hacerlo en grandes corros o detrás de un jarrón.

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