(PD).- La BBC se ha decidido a emitir en persa. Lo hacía en formato radiofónico desde 1941, pero desde la próxima semana lo hará también en un nuevo canal por satélite que sacará a antena ocho horas diarias de televisión.
BBC Persian TV es el segundo canal en lengua no inglesa que lanza el Ente público británico: el primero –la BBC en árabe– empezó a emitir el año pasado. Su presupuesto ronda los 15 millones de libras y su objetivo es alcanzar en dos años una audiencia de 20 millones de personas. El doble de la que ahora tiene a través del servicio radiofónico y de la página web que ya emiten en persa.
El nuevo canal emitirá desde Londres, pero lo podrá ver en Irán cualquiera que tenga una parabólica. Algo que está prohibido por el régimen de los ayatolás, pero que sin embargo está muy extendido, también entre las clases bajas.
El lanzamiento de BBC Persian TV ha despertado las suspicacias del régimen de Teherán, que ha torpedeado el proyecto de diferentes formas. La más evidente, la prohibición a la cadena pública británica de abrir una nueva oficina en Irán. Una negativa que limitará la cobertura del nuevo canal dentro del país al trabajo del corresponsal actual en Teherán y a la buena voluntad de ciudadanos anónimos.
La intención del nuevo canal es contar en sus informativos y en sus programas de debate con miembros del régimen, pero no parece que éstos estén por la labor de colaborar. Más bien al contrario: ayer salió a la luz un despacho de la agencia estatal de noticias IRNA que alertaba sobre la creación de «un canal sospechoso e ilegal que trabaja contra los intereses de la república islámica» y acusaba a la BBC de «reclutar iraníes para el espionaje y la guerra psicológica».
Consciente de la hostilidad del Gobierno iraní, Nigel Chapman, director del servicio mundial de la BBC, recordaba que el canal iraní Press TV tiene abierta una gran oficina en Londres e insistía en que la apertura del canal no esconde intereses políticos: «Nosotros queremos ser un foro donde se escuchen las opiniones de los líderes de Irán pero también de los creadores de opinión y de los ciudadanos. Que quienes hablan en persa en Irán y en Afganistán debatan con europeos y americanos a través de la BBC».
Porque la audiencia potencial no está sólo en Irán. El persa lo hablan también millones de personas en Afganistán y Tayikistán, y en otros países de la zona. El nuevo canal tiene una plantilla de 140 personas: alrededor de 100 son periodistas y el resto personal técnico y administrativo. En plantilla, también, nuevos corresponsales en persa desplazados en Nueva York, Washington, Estambul, Jerusalén, Kabul, Beirut y Dushanbe. En la parrilla, programas informativos, pero también de cine, espectáculos, cocina, tecnología, deporte y música pop.