(PD.El propósito de la BBC de crear un nuevo canal en Irán está encontrado la total oposición del régimen de Ahmadineyad. La última advertencia procede del ministro iraní de Cultura, Mohammad Hossein Safar-Harandi, quien ha recordado de que las actividades de la nueva cadena de televisión en persa de la BBC están prohibidas en Irán.
«Las actividades de esta cadena están prohibidas en Irán y toda colaboración con ella creará problemas» a los que quieran hacerlo, ha manifestado el ministro, amenazando con «acciones legales».
Además, ha lanzado un recordatorio al equipo del BBC en inglés, que dispone de una oficina en Teherán, con un corresponsal británico. «Si la BBC en inglés abusa de la oportunidad que tiene», ha declarado, «actuaremos contra ella».
«El pasado del BBC y del Reino Unido para crear problemas y divisiones en el país es muy claro», ha expresaso el ministro.
La BBC lanzó el 14 de enero una cadena de televisión en persa, menos de un año después del nacimiento de la BBC Arabic Television, en árabe.
Extenso ‘target’
La BBC Persian TV, que emite por satélite, está destinado al mercado iraní (70 millones de habitantes), Afganistán (20 millones) y Tayikistán (10 millones). Intentan seguir la estela marcada por los programas radiofónicos de la BBC, que son muy escuchados en estos tres países.
Según las autoridades iraníes, al menos el 30% de la población tiene acceso a las cadenas por satélite extranjeras.
Los iraníes ya tienen acceso a una veintena de cadenas de televisión por satélite en persa (farsi), entre las que destaca la Voz de América (VOA).
El Gobierno británico ha concedido 15 millones de libras (16,8 millones de euros) para el lanzamiento de la cadena. Este servicio internacional (el BBC World Service) sustenta su financiamiento en el obtiene sus recursos del canon televisivo.
Primeras sospechas
La intención del nuevo canal es contar en sus informativos y en sus programas de debate con miembros del régimen, pero no parece que éstos estén por la labor de colaborar. Más bien al contrario: un despacho de la agencia estatal de noticias IRNA alertó hace dos semanas sobre la creación de «un canal sospechoso e ilegal que trabaja contra los intereses de la república islámica», acusando a la BBC de «reclutar iraníes para el espionaje y la guerra psicológica».
Consciente de la hostilidad del Gobierno iraní, Nigel Chapman, director del servicio mundial de la BBC, recordaba que el canal iraní Press TV tiene abierta una gran oficina en Londres e insistía en que la apertura del canal no esconde intereses políticos: «Nosotros queremos ser un foro donde se escuchen las opiniones de los líderes de Irán pero también de los creadores de opinión y de los ciudadanos. Que quienes hablan en persa en Irán y en Afganistán debatan con europeos y americanos a través de la BBC».
