Luis Fernández está preparando un ‘pelotazo’ con los terrenos de RTVE y no hay quien le tosa.
Durante una reunión de más de tres horas con el consejo de administración, le reclamaron mayor transparencia sobre la operación. Fue entonces cuando el presidente de la cadena pública decidió retirar la propuesta sin dar explicaciones.
ACLARACIÓN DE RTVE (carta remitida por Burofax el 4 febrero 2009, a las 14.25, por Silvia García Malsipica, directora de la asesoría jurídica Corporación RTVE):
No es cierto que Luis Fernández esté preparando un «pelotazo» con los terrenos de RTVE. El Presidente del Consejo de Administración de RTVE presentó un proyecto denominado «Nueva Sede» que en ningún caso constituye un «pelotazo urbanístico», sino que está basado en la sustitución de las actuales infraestructuras que utiliza RTVE en Madrid por otras nuevas adaptadas a los requerimientos tecnológicos actuales y organizadas con criterios de eficiencia y de productividad de la empresa. Dicho proyecto no adolece de falta de transparencia, como se acusa en su reportaje. El Consejo de Administración ha aprobado desde su inicio todas y cada una de las actuaciones que durante la tramitación del Proyecto Nueva Sede se han realizado y los representantes sindicales han sido informados puntualmente de los acuerdos adoptados.
No es cierto que el proyecto se esté llevando a cabo en un ambiente de total opacidad como se ha declarado, sino que desde el inicio están informadas oportunamente las Administraciones Públicas afectadas y SEPI, accionista mayopritario de CRTVE.
No es cierto, como afirma el reportaje, que Pedro Pablo Mansilla, contratado por CRTVE, se esté encargando de sacarle jugo a la centa de 200.000 del millón de metros cuadrados que posee RTVE; y es del todo inadmisible, como ha hecho su diario, declarar que Pedro Pablo Mansilla se esté encargando de negociar comisiones con la compra de solares para la nueva sede. Estas afirmaciones carecen de todo fundamento.
Por último, declaramos que el denominado Poyecto de Nueva Sede es un proyecto de RTVE y no un proyecto personal de Luis Fernández, como se desprende de todo el artículo periodístico.
La operación huele mal desde el principio. En un ambiente de total opacidad, Fernández pretende vender el ‘triángulo de oro’ -los terrenos de Prado del Rey, Torrespaña y los Estudios Buñuel- y unificar a todos los trabajadores en una nueva sede, previsiblemente en la finca de Retamares.
Para ello cuenta con la ayuda de Pedro Pablo Mansilla, verdadero cerebro de la operación de la que se espera ganar entre 720 y 780 millones de la venta de los terrenos.
El amigo de Guerra
Pedro Pablo Mansilla, ex alto cargo del PSOE, casado con la Defensora del Espectador de TVE, médico por sus estudios y promotor inmobiliario por interés, ha sido contratado a dedo para dirigir el «pelotazo» urbanístico que será la venta de las propiedades inmobiliarias de RTVE en Madrid.
Mansilla, que presume de ser amigo de Alfonso Guerra, tiene en su pasado por la Administración escándalos monetarios sonrojantes y, natural de Puertollano, aunque afincado en Pozuelo (Madrid), se está encargando de sacarle el jugo a la venta de 200.000 del millón de metros cuadrados que posee RTVE y de negociar comisiones con la compra de solares para su nueva sede.
Sorpresas en la operación
Pero la operación guarda alguna sorpresa. Parte de los terrenos de Torrespaña incluidos en la operación no son propiedad de la Corporación. Dicha sede ocupa 32.000 metros cuadrados y está situado en pleno centro de Madrid; sin embargo, RTVE sólo compró 20.000 metros cuadrados por valor 1.500 millones de pesetas de entonces. El resto fue cedido por Ayuntamiento de Madrid hace 28 años, bajo la alcaldía de Enrique Tierno Galván.
Piden mayor transparencia
No es extraño que el consejo de administración de la Corporación, a petición del PP y los sindicatos, haya pedido explicaciones sobre la operación. En la reunión mantenida el pasado martes, Fernández decidió retirar su propuesta tras no llegar a un consenso.
El director de RTVE quiere un acuerdo total entre los consejeros para el Plan de traslado, que deberá estar aprobado antes de julio de 2011. No obstante, dentro del consejo creen que no es el mejor momento para el cambio -dada la situación económica- y han pedido más información sobre las negociaciones con la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento para la recalificación de terrenos.
