Miguel Pato y Tatiana R. Brito (PD)-. Han sido 33 años del “más escrupuloso silencio”, un mutismo que se ha roto con la publicación de “Franco, mi padre” (Ed. Esfera de los libros), donde la única hija de Franco habla sin rodeos de su padre. Un hombre que, por ejemplo, cantaba zarzuelas mientras conducía su coche o que tomó precauciones para no ser secuestrado por Hitler.
“El que haya decidido darnos a nosotros su testimonio se puede explicar porque esta mujer de 82 años (la misma edad que tenía su padre cuando murió) decidió que había llegado el momento.”
Jesús Palacios y Stanley Payne son los autores de “Franco, mi padre” (Ed. Esfera de los libros) con la que se han querido acercar a una de las figuras capitales del siglo XX en España de un modo ecuánime y objetivo.
“Hasta ahora conocíamos la figura mitificada del dictador que siempre te aleja de la persona. Esta semblanza completa la estructura del personaje”
Entre las anécdotas que se narran en el libro destaca, por ejemplo, la rabia que le daba a Franco que tuviera que llevar un mosquetón de madera en los desfiles durante su formación en Toledo. Otras, más importantes en la Historia, tienen que ver con el encuentro con Hitler.
Carmen Franco cuenta que para el encuentro en Hendaya, el dictador dejó un triunvirato establecido en Madrid por lo que le pudiera pasar.
“Cuando Franco se reunió con Hitler en Hendaya tomo precauciones por si era secuestrado”
Jesús Palacios asegura que, en ningún momento, Carmen Franco tuvo por objeto limpiar la imagen de su padre. Sobre todo en los últimos años cuando ha sido “especialmente zaherida”.