(PD).- El periódico de PRISA titulaba su editorial principal de este jueves «Juez y parte«, pero cuando el lector se acerca a él esperando leer por fin una crítica al proceder del magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, resulta que el artículo se dedica a Esperanza Aguirre.
Como subraya Libertad Digital, el diario El País demuestra que no está decidido a hacer la más mínima autocrítica respecto a sus propias informaciones de la supuesta trama de espionaje en Madrid, de la que El Mundo ha desmontado dos nuevos partes, ni de las filtraciones bajo secreto de sumario que ha publicado sobre la cacería de Garzón al PP.
Precisamente, al caso de los presuntos espías en la Comunidad de Madrid dedica el rotativo de PRISA su editorial principal de este jueves lamentando, en lo que casi parece una ironía, que se haya presentado en la comisión «una exigua lista de documentos», aunque quizá sería más correcto hablar de una lista de «documentos exiguos», dada la endeblez de los famosos partes presentados por el periódico como pruebas poco menos irrefutables del espionaje y que ya han sido refutados prácticamente en su totalidad.
Aprovecha El País, eso sí, la ausencia de Alfredo Prada y María del Carmen Rodríguez Flores en un gesto que no se olvida de señalar.
En otro de los párrafos del artículo, y en lo que podría interpretarse como una primera preparación para lo que pudiera venir más adelante, se critica «el escaso impulso» con el que el fiscal Manuel Moix ha venido desarrollando su investigación.
Lo más llamativo, no obstante, es la pirueta argumental por la que el periódico convierte el cierre de la comisión en un desafío político de Aguirre a Rajoy, ya que éste dijo (de una forma bastante imprudente, por cierto) hace unas semanas que los partes eran ciertos.
Así, según El País, mientras Rajoy no explique en público que ha cambiado de opinión «la decisión de la Asamblea de Madrid sólo puede ser interpretada como un nuevo desafío de Aguirre a su liderazgo. Es decir, ni siquiera la victoria electoral en Galicia le habría concedido a Rajoy un margen de maniobra suficiente para poner orden en sus propias filas».
Pero no basta con llamarlo desafío, hasta de «órdago» lo califica el periódico de PRISA ya que el PP «suspendió una investigación interna a la espera de ver cómo se desarrollaba la investigación» en la Asamblea.
En resumen, que las imprudentes palabras de Rajoy y la no muy meditada investigación interna abierta por María Dolores de Cospedal se han convertido por arte de editorial prisaico, una vez desmontando el caso del espionaje, en un desafío de Aguirre a su partido.
Y es que parece que el único que no es «parte» del caso pero sí ejerce de «juez» es El País, aunque para partes los falsos que han publicado.
