(PD).- El Gobierno andaluz sentó este martes en una mesa, por primera vez, a todo el sector oleícola para diseñar una estrategia común con la que combatir la caída en picado de los precios en origen. Desde marzo de 2008, los olivareros reciben un 30% menos por su aceite, desde 2,6 euros a 1,8 euros el kilo.
Explica Ginés Donaire en El País que, sin embargo, las principales cadenas de distribución lo están vendiendo por debajo de costes como gancho para captar clientes, en un momento en el que el consumo interior ha caído ligeramente por la crisis.
Por ello, la conclusión principal del encuentro celebrado en Sevilla fue abrir una vía de diálogo para presionar a la distribución en su política de precios «abusivos» que, de momento, ha ocasionado pérdidas de 700 millones de euros a los olivareros, según estiman las organizaciones agrarias.
En todo caso, el sector oleícola andaluz tiene aún varias rémoras, la principal de ellas el hecho de vender casi el 80% de su aceite a granel a empresas italianas, con lo que el valor añadido se va fuera de Andalucía, que concentra casi el 80% de la producción nacional. El sector admite que es ahora cuando «le ha visto las orejas al lobo», máxime ante la inminencia del año 2013, cuando se replantearán las ayudas comunitarias, cifradas ahora en 1.800 millones anuales, de los que casi la mitad se la llevan los olivareros.
Representantes de la Consejería de Agricultura, de Asaja, COAG y UPA, de la Federación de Empresas Cooperativas Agrarias (Faeca), industriales, envasadores y expertos de las universidades de Jaén y Córdoba constituyeron el grupo de trabajo sobre el aceite de oliva y apenas tardaron unos minutos en coincidir en el diagnóstico. El sector se encuentra atomizado con 1.700 almazaras que venden mientras que apenas hay tres o cuatro grandes grupos compradores-distribuidores que se estarían aprovechando de esa fragmentación para imponer su dominio en el mercado. «Parece lógico abrir un diálogo con el principal eslabón que falta en esta cadena, la distribución», señaló Agustín Rodríguez, secretario de UPA. Será la próxima semana cuando se decida con quién hablar, aunque el interlocutor más probable será Anged, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución.
Hay que recordar que la UPA ha denunciado ante el Consejo de Defensa de la Competencia a Carrefour y Dia por vender aceite por debajo de costes como gancho para atraer clientes. «Vender a pérdidas es una conducta desleal que está prohibida», señaló a este periódico Gaspar Llanes, presidente del Consejo de Defensa de la Competencia de Andalucía.
Por otro lado, el grupo del aceite impulsado por la consejería se felicitó por el hecho de que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino haya urgido a la Comisión Europea a activar el reglamento que permite otorgar ayudas al almacenamiento privado del aceite para que los agricultores no se vean obligados a malvenderlo por sus problemas de liquidez. La COAG, que abanderó esta propuesta, cree que debería complementarse con una línea de financiación, promovida por la Administración a través de las cajas de ahorros, con la idea de que los productores cuyo aceite se almacene puedan acceder a créditos a interés cero. La Junta ha dispuesto un fondo de 120 millones de euros para dar liquidez a los olivareros.
El consejero de Agricultura, Martín Soler, lanzó un mensaje de unidad a todo el sector: «Si las energías de cada organización se canalizan de una manera civilizada a mí me sirven de respaldo a mis argumentos, pero es más oportuno que haya una unidad de acción en el sector porque no es tanto lo que les separa». COAG ya ha advertido de que no comparte el modelo de Asaja de apoyo a las plantaciones de olivar superintensivo.
