(Alfonso Basallo / Época).- Le teme, por encima de todo, a la inmovilidad, los tubos, el ahogo. Una flema, una simple flema en la garganta es para él un suplicio.Yese temor se ha cumplido: ha vuelto a la UCI. Pero el lema de este quijote que no quiere serlo es “sobreponte a las dificultades”. Accedió a hablar para ÉPOCA, mientras se recupera lenta y trabajosamente en el hospital, tras la brutal paliza que recibió el 2 de agosto pasado.
Han publicado recientemente una semblanza sobre él, de título expresivo Diario de Jesús Neira. El hombre que dijo basta (editorial Temas de Hoy). El periodista Javier Esteban retrata al personaje, que emerge lentamente, desde el negro abismo de un coma, con la ayuda de su mujer, Isabel Cepeda, y el cariño de sus hijos, Daniel y Alejandro.
Este último acompañaba a su padre cuando recibió la fatídica paliza por defender a una mujer. Se sincera con ÉPOCA. Neira le ha visto la cara más negra a la vida, y no se hace ilusiones: está hecha de dolor, fracaso y dificultades. Pero, fiel a su lema, trata de afrontarla, sobreponiéndose y manteniendo un sorprendente optimismo.
-Dice Jesús Neira que el bien siempre vence y que el mal no es más que el cateto de un triángulo rectángulo, ¿y lo dice después de pasar lo que ha pasado?
-Con toda claridad. El sentido del mal es ser ese cateto del triángulo rectángulo. El mal está subordinado al bien. El bien tiene una sombra siempre mucho más larga; el mal se agota en su estrechez de miras, de voluntad; el mal es corto y pobre.
-También dice usted que las injusticias le indignan desde chaval. ¿Recuerda alguna?
-Sí, me molestaba mucho que pegasen a un compañero mío, a mi compañero de pupitre, en el colegio de los agustinos de Granada. Uno de los profesores le pegaba con saña porque era un poco trasto.
«LO PEOR ES NO PODER MOVERME»
-¿Qué es lo que peor ha llevado en estos meses en los que ha estado ingresado: las dificultades para respirar, los dolores, el miedo, la ansiedad?
-Lo peor de todo ha sido no poder moverme.
-¿A qué le tiene miedo Jesús Neira?
-A muchas cosas.
-¿Y ahora, en concreto?
-A volver a la UCI.
-Pero tiene esperanza.
-Mucha, aunque el peligro existe. Pero creo que me recuperaré.
-En el libro ‘Diario de Jesús Neira’ se habla de varios testimonios, cartas con denuncias de malos tratos, apoyos, agradecimientos de mujeres… ¿Cuál es el que más le ha impresionado?
-El de una mujer que me dio las gracias. Hubiera querido que su hija tuviera a su lado a alguien como yo para ayudarla. Y ya es tarde: la chica murió a consecuencia de los malos tratos.
-En estos meses en los que ha estado enfermo, el panorama político español ha dado un giro. Tenemos una crisis económica, el zapaterismo ha tenido sus primeros tropiezos. ¿Cómo ve el futuro de España el experto en Teoría del Estado?
-España sigue estando hipotecada por los nacionalistas, aunque, tras los últimos comicios, se ha aligerado la tenaza de la hipoteca.
-Dice en el libro que confía en la democracia de España, donde el pueblo pueda elegir a su Gobierno. ¿Es preciso reformar la Ley Electoral para atemperar la distorsión nacionalista?
-Por supuesto, hay que cambiar la Ley Electoral, no para acabar con los nacionalismos, sino para que los españoles tengan verdaderos representantes.
