(PD).- La broma telefónica de Jonathan Ross y Russell Brand le costó cara a la BBC: las miles de quejas ciudadanas, el descrédito de su reputación, la salida de varios cargos de responsabilidad… Ahora también se puede mesurar con una cantidad económica concreta, una multa de 150.000 libras, es decir, más de 160.00 euros.
El mensaje que los dos presentadores y humoristas dejaron en el contestador del veterano actor Andrew Sachs (sobre las supuestas relaciones sexuales de la nieta de éste) ha sido calificado como «gratuitamente ofensivo, humillante y degradante» por Ofcom, regulador de la televisión británica.
Este organismo ha resaltado que la pública ha emitido «información confidencial, explícita e íntima» sobre la nieta del intérprete, Georgina Baillie sin el consentimiento de ésta.
Las polémicas emisiones radiofónicas tuvieron lugar los días 18 y 25 de octubre del pasado año, un escándalo que se ha prolongado desde entonces. De las 150.00 libras de multa, 70.000 responden a las infracciones del código de Radio 2 sobre material ofensivo y hasta 80.000 por infringir la intimidad de Baillie. Los presentadores dijeron ante los oyentes que esta joven había mantenido relaciones sexuales con Brand.
Sin embargo, Ross, una estrella de los medios británicos, ya ha superado su cuarentena particular. Incluso está en la televisión desde el pasado mes de enero y ha sido elegido candidato para los prestigiosos premios Bafta.
Este programa está considerado por Ofcom como «de alto riesgo», aunque ha primado su tirón entre los espectadores. El organismo ha enumerado los errores de la BBC al respecto: la falta de supervisión del material grabado, de consentimiento de Sachs para que se escuchara su contestador telefónico y la de buscar el beneplácito de Baillie para la emisión, además de no haber cumplimentado la correspondiente disculpa una vez cometido el error.
En total, la broma de Brand y Roos ha dejado tras de sí un reguero de más de 40.000 reclamaciones. También la marcha de Brand y la de Lesley Douglas, director, y Dave Barber, supervisor de los contenidos.
