(PD).- Una medida que no quiere nadie. Así se podría definir la posibilidad de que operadoras privadas y diferentes plataformas de comunicación financien la televisión pública. La última en subirse al carro ha sido Asimelec, la patronal que agrupa a las empresas de electrónica.
Esta asociación ha rechazado que sea este sector el que financie la televisión pública mediante tasas, ya que la presión fiscal a la que se ven sometidos en España es muy superior a la de otros operadores del entorno europeo.
Asimelec expresa que la «imposición» de la nueva tasa «pondría en riesgo la competitividad de las empresas de este sector y retrasaría considerablemente las inversiones en este mercado».
Recuerda que mientras en los países europeos los impuestos y tasas especiales para el sector de telecomunicaciones no superan los tres o cuatro puntos, en España llegan a los siete.
Martín Pérez, presidente de la patronal, asegura que la financiación de la televisión pública «debería proceder del sector audiovisual y no del de las telecomunicaciones, que tiene que hacer frente, por ejemplo, a los gastos de la universalización de la telefonía, como servicio público esencial».