PD).- Si las televisiones privadas y las operadoras de telecomunicaciones que producen contenidos audiovisuales quieren aumentar sus ingresos de publicidad también tendrán que pagar por ello a quienes renuncian a tan suculento beneficio.
La tesis es del Gobierno y así se lo ha hecho llegar la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega al sector esta mañana al presentar la futura ley de financiación de RTVE, que supondrá la eliminación total de los anuncios a partir del próximo otoño.
La iniciativa, que este martes se hizo oficial con un encuentro idéntico mantenido con el Consejo de Administración de la cadena pública y los sindicatos, obligará a las privadas a aportar el 10% del presupuesto de RTVE, mientras corresponderá a las ‘telecos’ sufragar el 24% de los gastos de la pública.
Explica I. Longhi-Bracaglia en El Mundo que, en dinero, la fórmula propuesta por el Gobierno para compensar la renuncia de la pública a la publicidad, que hasta ahora pagaba la mitad de los gastos de RTVE, obtendrá mediante la aplicación de una tasa 120 millones de euros de la cadenas privadas y unos 300 millones de las ‘telecos’.
Las televisiones tendrán que entregar el 3% de sus ingresos brutos de explotación y los operadores de telecomunicaciones, el 0,9%. Además, las arcas de la cadena seguirán recibiendo el 45% de su financiación de los presupuestos generales del Estado y un 20% más procedente de la recaudación de la tasa por el uso del espacio radioeléctrico. Esta última ya se cobraba este año, pero la novedad radica en este caso en su destino: en lugar de quedarse en Hacienda, irá directa a RTVE.
El Gobierno prevé también aumentar en 100 millones más hasta alcanzar los 1.200 el presupuesto de la cadena pública para cubrir los gastos que generará la producción de contenidos que cubran el espacio que dejarán los anuncios. Los sindicatos han cifrado hoy esas necesidades en 8.200 horas de producción propia.
Con el cambio de la regulación sobre RTVE las privadas logran satisfacer también otra de sus demandas: se le limitarán las posibilidades de gasto en la compra de derechos para la retransmisión de eventos deportivos a un 10% de su presupuesto.
