Miguel Pato y Ana Avellano (PD).- Los medios de comunicación deben despertar para no caerse por el precipicio de la crisis. Para Gumersindo Lafuente los grandes sueldos que tenían muchos periodistas y los privilegios que disponían ya no son posibles. Y menos en el mundo digital. La Red da señales hacia dónde puede estar la salida de la crisis pero hay que saber leerlas. De ésto y otros temas hablamos con el director de Soitu.es en la jornada organizada por APD «Los medios en la crisis y la crisis de los medios».
¿Como sopla el viento en el precipicio de la crisis de los medios de comunicación?
En este precipicio estamos todos. Y ahora estamos aguantando un vendaval, casi un huracán. Los periodistas estamos obligados como profesionales de la interpretación de la realidad que somos a analizar la situación y saber por dónde tenemos que tirar. Hay una enorme tensión entre lo que quieren las empresas y lo que piensan los periodistas que hay que hacer. Cuanto más tardemos en resolverse esta tensión, menos posibilidades habrá de llegar a una meta.
En Soitu tienen corresponsales por todos los continentes que no son periodistas…
El periodista es una persona que actúa como intermediario especializado y da garantías de que esas historia son verídicas y relevantes. Y va a seguir existiendo. Pero tiene que asumir que no está solo. Tiene que compartir su capacidad de mediación con otras personas que pueden ejercer su labor informativa.
No es algo que los periodistas podamos elegir. O lo asumimos o quienes no lo admitan serán inválidos para esta profesión.
¿Tienen que despertar de “la siesta” muchas redacciones?
Cuando tenemos un salario y un trabajo fijo tendemos a acomodarnos. Ahora con la crisis, estas situaciones que los grandes medios podían permitirse, ya no pueden. Son sus tensiones y tendrán que resolverlas.
Se suele tener la idea de que en las redacciones tradicionales se cobra más que en las digitales y que en éstas últimas se trabaja más.
Lo digital es un mundo inmaduro que no tiene la estabilidad y el soporte económico que tenía el otro mundo (ahora tampoco lo tiene). Las cosas se están ajustando. Lo que pasa es que los grandes salarios de los medios tradicionales empiezan a ser algo imposible.
La situación es paradójica porque pensábamos que iba a pasar lo contrario. La coyuntura manda. Nadie nos podía avisar hace dos años que íbamos a estar en una de las crisis más grandes de la historia.
En ese precipicio del que hablábamos al principio, ¿Soitu qué es lo que más teme o a lo que con más fuerza se agarra?
No tenemos ningún vértigo ni ningún medio. Hacemos el trabajo como creemos que debemos hacerlo. Si al final llegamos a nuestra meta, estaremos orgullosos. Si nos quedamos por el camino, nos habremos divertido mucho y habremos aprendido. Pero lo que no vamos a hacer es cambiar lo que queremos realizar por motivos publicitarios o del mercado. Sólo cambiaremos porque nos lo pidan nuestros usuarios, no por otros motivos.
¿Lo más difícil en Internet es que no hay nada escrito o es que no queremos leerlo?
Hay pistas por dónde van a ir las cosas. Lo difícil es saber leerlas.
