La estafa de los ciberpolíticos: la UE vuelve a olvidarse de Internet

La estafa de los ciberpolíticos: la UE vuelve a olvidarse de Internet

(PD).- Centenares de europarlamentarios tienen su propio blog, cuelgan sus propuestas en Facebook o informan de las sesiones a través de Twitter. Sin embargo, Internet parece no contar para la UE, que ha excluido a Internet de sus campañas para las próximas elecciones europeas.

Ya entonaron el mea culpa hace años, después del fracaso tras la aprobación de la Constitución Europea, cuando Francia y Países Bajos votaron en contra de dicho tratado, mientras que en España salió el ‘sí’ con una abstención de casi el 58%, la peor participación desde la llegada de la democracia.

La UE argumentó entonces que no había sabido llegar a los ciudadanos, especialmente a través de los diarios gratuitos e Internet. De hecho, desde entonces ha llevado a cabo varios programas para invitar a periodistas de medios digitales para conocer mejor las instituciones europeas.

Pero han vuelto a las andadas. De cara a las próximas elecciones europeas, el Parlamento Europeo ha decidido excluir a Internet en sus campañas de publicidad. No así en otros medios, como por ejemplo la prensa escrita o la televisión, donde han centrado sus esfuerzos en aumentar la participación. En Internet se han limitado al marketing viral a través de soportes como My Space o Facebook.

Al ser consultado por PD, el Parlamento Europeo se escuda en falta de presupuesto: «Hemos anunciado en televisión y 25 periódicos de papel». Craso error: es sabido que el público joven al que intentan llegar en su campaña de sensibilización no lee prensa escrita…

La cibermentira de los políticos

Van de modernos pero apenas saben encender un ordenador. Internet para ellos sigue siendo una galaxia lejana. Su discurso «tecnólógico» es oportunista: la realidad es que siguen apostando por perpetuar los medios del siglo pasado sin tomar conciencia de que Internet es un presente que teje nuestra realidad día a día.

Regalar ordenadores a los alumnos como pregona Zapatero no es subirse al tren de la sociedad de la información. Obama no se despegaba de su Blackberry: cada paso que daba tenía eco en la Red. Para la clase política española Internet es propaganda, un caladero donde pescar voto joven. Un futuro al que accederemos mediante demagogia y charlatanería vacía.

El gurú Juan Varela lo tiene claro:

«Los políticos se lanzan a Internet y las redes sociales pero ninguno de los dos principales candidatos españoles contesta directamente a los internautas. La política en Internet sigue muy separada de la real pese a que la política está en la Red. Las políticas de Internet empiezan a estar entre los temas de campaña cuatro años después de que la movilización de las multitudes inteligentes a través de sms, blogs y foros de Internet jugara un papel esencial en la victoria de Zapatero».

Las contradicciones son evidentes. Como destaca hoy el blog Periodistas 21:

«el número uno a las elecciones europeas del PSOE, Juan Fernando López Aguilar, encabeza un manifiesto «por una Internet libre, abierta y participativa» mientras el Gobierno negocia con las operadoras y la industria cultural un pacto para acabar con las descargas sin orden judicial».

La guerra a los internautas tiene su contracara en los sobornos a las cadenas de televisión privadas disfrazados con el canon a las telecos y la supresión de la publicidad en TVE. A la hora de elegir, los políticos saben en qué cesta poner los huevos. Siguen las contradicciones:

Izquierda Unida defiende convertir internet en un servicio universal con acceso gratuito básico de un mega pero el canon digital no hubiera sido posible sin su voto. El PP critica el proyecto de Escuela 2.0 presentado por Zapatero pero propone «aumentar la tecnología en los colegios y en las aulas» con formación del profesorado y software libre, aunque su promesa estrella sobre sociedad de la información es proteger los derechos y libertades de los usuarios con la bandera anti canon digital, enarbolada ya en las elecciones generales de 2008.

El ejemplo Obama

Contrasta esta decisión, después de comprobar el poder de Internet en las elecciones estadounidenses. Obama coordinó un equipo de medio centenar de personas repartidas por todo el país para hacer llegar su campaña a través de la Red.

Gracias a estos voluntarios, el actual presidente estadounidense logró recaudar cerca de 100 millones por Internet, casi todo gracias al envío masivo de correos.

De hecho, unas de las voluntarias de esa campaña, Rahaf Harfoush, asegura en un reportaje en El País que «las redes sociales permitieron llegar mucho más rápido a la audiencia que los medios locales y tradicionales».

Conocida también era la obsesión del propio Obama por las nuevas tecnologías. Gracias a su Blackberry, el entonces candidato no dejaba un respiro con información al instante y actualizaciones continuas.

Millones despilfarrados en España

En nuestro país, esa animadversión hacia las nuevas tecnologías también pasa factura. Y muy alta. Según cuenta El Confidencial, el Estado gasta cerca de 150 millones de euros en envío de correo convencionale, en vez de apostar por el electrónico.

Sólo el Ministerio de Interior pagará más de 33 millones para cubrir las necesidades postales. Por su parte, el Ministerio que dirige Elena Salgado destinará 37 millones.

A partir del próximo 1 de enero, cualquier trámite burocrático debería poder realizarse virtualmente, las 24 horas del día y los 365 días del año, según la Ley de Accceso Electrónico de los Ciudadanos a los Servicios Públicos. No obstante, es difícil, a tenor de los datos, que esta disposición pueda llevarse a cabo.

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