(PD).- Es un momento apasionante para la prensa motivado, tristemente, por una crisis económica que se ha cebado con los periodistas. Sólo Internet ha conseguido eludir el desplome de la inversión publicitaria que, no obstante, sigue siendo insuficiente para mantener un modelo económico sostenible. Los editores necesitan salidas urgentes y ya se plantean el cobro por contenidos; mientras, han abierto una guerra contra Google por los agregadores que no pueden -ni deben- ganar.
Fue en el propio congreso de Google donde Pedrojota sacó las uñas contra los agregadores. Tenía el discurso preparado y en él criticó duramente contra los que, como el buscador, «agregan contenidos de otros y hacen dinero con ello sin pasar por caja». Pero esto no se trata de una nueva demanda. El director de El Mundo se unía así al sentir de los editores europeos que le han visto las orejas al lobo después de que la compañía anunciara el pasado mes de marzo que incluirá publicidad en la versión estadounidense.
Los editores temen que Google aplique esta misma medida en Europa y repercuta en sus ya de por sí ajados ingresos publicitarios. Por eso piden al buscador que pase por caja antes de comercializar con sus contenidos. El buscador se beneficia, sí; pero lo que no dicen los grandes grupos es que el porcentaje de lectores que viene de su agregador es altísimo.
Según explica Juan Varela, «todos se benefician de todos», pero existen «ciertos problemas de diálogo y de diagnóstico de la situación». El problema, prosigue, no se da por decisión de incluir publicidad en los agregadores ya que cada cual ofrece un servicio distinto, sino por que la inversión está por los suelos y el volumen que mueve actualmente Internet «no permite la sostenibilidad de los medios». Al menos con este modelo.
Hay confusiones o versiones interesadas desde los dos lados. Los agregadodes lo son porque alguien producen contenidos pero también aportan un servicio. Los editores piden que no tenga publicidad Google News, cosa que aún no tiene. Google crea un servicio sin tener los contenidos en su sitio, otra cosa es que a muchos usuarios les dé por leer un titular.
Cobro por contenidos
Ante esta situación, en EEUU ya se están planteando volver al cobro de contenidos, algo a lo que también se refirió -sin concretar demasiado- Pedrojota. No obstante, Varela duda de que los medios actuales tengan capacidad. Entiende que podría tener futuro pero, en el caso español, depende demasiado de la innovación en las fórmulas de negocio, «que es donde se está trabajando poco».
Me refiero en la forma en que cobras a la gente y por qué la cobras. Poner una valla como ya se hizo en la que tú, para acceder a unos contenidos, tienes primero que pagar es algo que muy pocos pueden hacer.
¿Qué salida queda? A pesar de las amenazas de los editores, están obligados a sentarse con Google para intentar llegar a un acuerdo de colaboración entre ambos formatos ya que, en definitiva, se necesitan mutuamente.
Más que un pacto entre caballeros, un pacto por el desarrollo. Google es una empresa tecnológica y lo tiene clarísimo: es de que más gasta en I+D y la que más ha innovado.
Eso es lo que le falta a la mayoría de los diarios. Es difícil saber por dónde van a ir las cosas y hace falta gente que sepa de contenidos, tecnologías y otras disciplinas para, entre todos, ver cómo se puede mejorar el producto y desarrollar modelos de negocio sostenible.
