¿Se atreverá Maruja Torres a criticar los anuncios de prostitutas en El País?

¿Se atreverá Maruja Torres a criticar los anuncios de prostitutas en El País?

(PD).- Ha supuesto en la casa una revolución. El artículo de El País sobre la prostitución en Barcelona, acompañado de una explícitas fotografías, sorprendió a todos. También a Maruja Torres. «Putas» escribe al hilo. Torres, eso sí, enrevesa el estilo para que no se note la crítica, al contrario de lo que hace cuando habla del PP, Aznar, EEUU o la Iglesia. «Conmovida por el tema» se ha ido a Google y «el muy cabrón» le ha respondido miles de anuncios. ¿Y qué encuentra la columnista de El País si pasa unas cuentas páginas de su propio diario? ¿Será este artículo la antesala de otro de Maruja criticando el rentable negocio de los avisos de la prostitución del periódico?

El revuelo que se ha armado dentro de El País ha sido sonado
. Unas fotografías ilustrando el reportaje sobre la prostitución en un barrio de Barcelona mostrando sexo explícito dejaron perplejo a muchos, entre ellos a Maruja Torres. La columnista del diario de PRISA escribe «putas».

Mal empezamos. Madrid no resulta bien calificado por el COI, y Barcelona rebosa de putas. Como de que Barcelona esté llena de putas la culpa la tiene, seguramente, Madrid, que Madrid hubiera recibido las bendiciones previas del COI para los Juegos Olímpicos 2016 habría favorecido, sin embargo, a Barcelona.

Comienza la escritora barcelona agarrándose al sarcasmo, pese a tratarse de un verdadero drama social.

Desde la bella capital catalana, miles de damas de la noche podrían haber sido fletadas hacia la capital del Reino, para alivio de organizadores, deportistas, invitados, autoridades, curia, periodistas y altezas reales multinacionales.

Y hace una crítica velada, muy velada, al reportaje:

Habrían podido mandarlas ya mismo, para que fueran haciendo boca y perfeccionando el posado de tomar por culo, manifiestamente el favorito del lectorado medio, que podría ser también -inquietante- el electorado medio.

Sigue Torres:

Conmovida por el tema -el de las trabajadoras del sexo- he corrido a Google, y no vean lo que me ha contestado, el muy cabrón. Si tecleo putas Barcelona, da 198.000 resultados y todos son anuncios, lo que incluye escoltas -perdón: señoritas de compañía- y niñas putas. Si escribo prostitutas Barcelona, me salen 454.000 entradas, una mezcla de anuncios, reportajes sobre el asunto aparecidos en los medios y análisis de especialistas. Un poco más allá, poniendo prostitución Barcelona, son 466.000 enlaces y, la mayoría, se toman la cosa en serio, proponen soluciones, piden regulación o disolución de los cuerpos, etcétera.

¿Y por qué no busca en la sección correspondiente de su propio periódico?

Excluyendo -no sin cierto reparo- a periodistas y analistas, muchas putas quedan. A unas se las ve, a otras no. Las putas son como los músicos: los hay que tocan en la calle, pero una buena parte pertenece a filarmónicas, dicho sea esto con todo el respeto hacia los dos gremios. Algunos virtuosos hasta interpretan sardanas. Pero Madrid, según Google, tiene el doble de todo y no necesita las putas de Barcelona.

Voy a titular este artículo con algo fuerte, a ver si salgo en las listas de éxitos.

Así están las cosas, a la espera de que Maruja Torres se tire a la piscina con un «putas II». Ella es valiente. Seguro que se atreverá.



(IMAGEN DE EDU BAYER, PUBLICADAS POR ELPAIS.COM)

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