Es más difícil defenderse ante un juez que hacerlo ante la historia. Oriol Junqueras se presentó este jueves ante el Tribunal Supremo con el único salvoconducto del «hombre bueno», pacifista, estudioso, temeroso de Dios, incapaz de ejercer cualquier tipo de violencia, un independentista catalán que, pese a todo, lanzó un mensaje de amor a España aprovechando que era 14 de febrero.
Pues bueno, a la podemita de El Mundo, Lucía Méndez, le da pena Junqueras, porque otros que estuvieron en la cárcel, como Mandela y Ghandi, al menos consiguieron algo.