El antaño prestigioso y aparentemente insuperable The New York Times anuncia que dejará de publicar viñetas políticas en su edición internacional a partir del 1 de julio de 2019.
No es un asunto de diseño o de costes, por la ‘Vieja Dama Gris‘, lo que se ha considerado durante un siglo como la ‘Biblia del Periodismo‘, toma esta dramática decisión tratando de hacer frente a la oleda de de acusaciones de antisemitismo que recibió en abril por una caricatura infumable.
La edición internacional, que era diario obligado en los despachos de los primeros ministros de todo el planeta y la envidia de todas las redacciones, sigue así el camino de la nacional, en la que tampoco se publica esta clase de dibujos.
La polémica surgió debido a una caricatura de los presidentes estadounidense (Donald Trump) e israelí (Benjamín Netanyahu) publicada en abril de 2019, en la que el segundo aparece caracterizado como un perro guía al servicio del primero, representado con gafas oscuras y kipá.
La imagen, obra del portugués António Moreira Antunes, levantó una agitada controversia, y sumió al diario en acusaciones de antisemitismo.
Our statement in response to ending daily political cartoons in the international edition of The New York Times. pic.twitter.com/FcagTxEZJ9
— NYTimes Communications (@NYTimesPR) June 10, 2019
En su día, el periódico se disculpó calificando explícitamente su propia caricatura como antisemita, y comprometiéndose a que no ocurriese nunca más «nada semejante«.
De acuerdo a James Bennett, responsable de la sección editorial, la decisión se consideró durante un año, con el objetivo de que «la edición en el extranjero esté en línea con la domestica».
También, ha aprovechado para asegurar que el diario seguirá invirtiendo en periodismo visual y para agradecer su trabajo a los caricaturistas Patrick Chappatte y Heng Kim Song, que han sido despedidos a consecuencia de esta medida.
An Editors' Note to appear in Monday’s international edition. pic.twitter.com/1rl2vXoTB3
— New York Times Opinion (@nytopinion) April 27, 2019
Precisamente, Chappatte lamentaba en su blog esta decisión, que a su juicio supone «muchos años de trabajo revertidos por una sóla viñeta -ni siquiera mía-«.
«¿Quién mostrará que el emperador Erdogan está desnudo cuando los dibujantes turcos no puedan hacerlo?» se pregunta:
«Uno de ellos, nuestro amigo Musa Kart, se encuentra ahora mismo en la cárcel».
«Dibujantes venezolanos, nicaragüenses o rusos se han visto forzados al exilio. En los años pasados, algunos de los mejores ilustradores de Estados Unidos, como Nick Anderson o Rob Rogers, perdieron su trabajo por que a sus jefes les parecía demasiado crítico con Trump».
«Quizás deberíamos empezar a preocuparnos (…) Las viñetas políticas son cuestionadas cuando la libertad lo es».
No son mayoría los que comparten sus tesis. Las quejas llegan desde distintas organizaciones que cargan contra el diario y el dibujante, tampoco faltan, claro está, Donald Trump o Mike Pence, ni otros dibujantes, que han dejado en la red cosas como estas:
El estadounidense A.F. Branco dibujó esta versión de la viñeta antisemita de The New York Times, el 29 de abril de 2019.
Y esta es la interpretación de Shay Charka, dibujante israelí del semanal Makor Rishon: