Hay una escena de la saga cinematográfica de ‘El Padrino’ en la que Don Vito Corleone suelta aquello tan famoso de «no es nada personal, son sólo negocios».
Sin el tono grave ni la cadencia de Al Pacino, la ‘amistosa advertencia‘ hecha este 19 de junio de 2019, a través del teléfono, por el Dircom de El País sonó casi igual de mafiosa: «Si tú eres periodista y el día de mañana estarás en otro sitio, te aconsejo que no hagas este tipo de cosas. […] Dicho esto, y desde el cariño, yo por ti y por tu carrera, que te noto voz de joven, las cosas no se hacen así».
Y es que entre todas las funciones de un director de comunicación, y por mucho que hemos mirado en los manuales más destacados del género, no aparece por ninguna parte la de emitir amenazas veladas (bajo el paraguas del «off the récord«) a un profesional de la información que previamente te ha consultado para conocer la versión de la empresa en una noticia que va a publicar sobre ella.
Sin embargo, esto es lo que acaba de suceder en la redacción de Periodista Digital. El actual DirCom de El País decidió responder a la información publicada por este medio este 19 de junio de 2019 sobre el nepotismo instalado en el staff directivo del diario de PRISA de la peor manera posible, amenazando al encargado de haberla publicado.
Este responsable de la comunicación de El País, a pesar de tener la opción y la posibilidad de hacerlo, prefirió no emitir ninguna valoración oficial sobre el tema referido. Pero aprovechó la conversación telefónica para emitir una serie de ‘consejos’ a su interlocutor, que pasaban por dejar de publicar ese tipo de informaciones sobre su empresa si de verdad este periodista pretende hacer carrera.
Caray, así las cosas, y si no fuera porque en Periodista Digital ya tenemos ‘callo’ en esto de soportar según que tipo de amenazas veladas, parecería que al ‘amistoso’ consejo de este DirCom solo le faltaba la música de la obra maestra cinematográfica ‘El Padrino‘ de fondo.
Ahora bien, la próxima vez que él o algún que otro responsable de comunicación de la compañía se dirijan a nosotros en esos términos, lo que esperamos es que junto a su exigencia de dejar de publicar cosas sobre El País, exista una oferta de trabajo tan generosamente pagada como ser parte de la camarilla del staff directivo de Soledad Gallego-Díaz, por ejemplo.