El País de Soledad Gallego-Díaz y de los ‘selfies’ con Manuela Carmena ha optado por encarar su análisis de la entrevista a Arnaldo Otegi en RTVE cargando contra los partidos de derechas por criticar la misma y haber exigido el cese fulminante de Rosa María Mateo como administradora única.
El rotativo de PRISA, que no lleva ni un triste suelto editorial sobre la entrevista ni siquiera una llamada en portada, relega el tema a la página 19, en una columna a la derecha y sin foto. El titular escogido es ya toda una declaración de intenciones;
La derecha ataca a TVE por entrevistar a Arnaldo Otegi.
La pieza, firmada por Pedro Gorospe, arranca así:
El PP, Ciudadanos y Vox calificaron como “inaceptable y escandaloso” que TVE entrevistase anoche (en el canal 24h) al coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y consideraron que el objetivo de la cadena pública es “blanquear” a esa formación y facilitar la investidura de Pedro Sánchez, en la que la abstención de los cuatro diputados de la formación abertzale podría resultar decisiva. PP y Cs exigieron la dimisión de la administradora única de RTVE, Rosa María Mateo.
Por supuesto, se defiende al ente televisivo y se recogen los argumentos a favor de haber realizado esa entrevista al que fuera miembro de la banda armada ETA:
Fuentes de la dirección de RTVE argumentaron que era una entrevista de interés informativo, como todas las realizadas a políticos de formaciones con representación parlamentaria, y que responde al compromiso de pluralismo informativo de la radiotelevisión pública. El presentador Xabier Fortes defendió que en la televisión pública se invita y se entrevista, “no se hacen masajes”, a todos los representantes políticos, “guste más o guste menos, si son legales”.
Seguidamente, se hace eco de las declaraciones de los diferentes líderes del PP, Ciudadanos y Vox:
Los tres partidos de la derecha, que recordaron que EH Bildu no ha condenado ni pedido perdón por los crímenes de ETA, mostraron su frontal rechazo a la emisión, al igual que la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). Y pidieron que fuese suspendida. “Es inaceptable que la televisión pública dé voz a un terrorista confeso como Otegi para intentar blanquear al brazo político de Batasuna”, afirmó el presidente del PP, Pablo Casado. La diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo tuiteó: “Nuestros impuestos, convertidos en impuesto revolucionario”.
Los responsables del grupo popular en el Congreso (el portavoz en funciones, José Antonio Bermúdez de Castro, y la secretaria general, Isabel Borrego) registraron seis preguntas en las que piden la dimisión de Mateo.El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, reclamó también la dimisión de Mateo y consideró un “escándalo” que Sánchez “ponga la televisión que pagamos todos los españoles a limpiar la imagen de un terrorista como Otegi”. Más duro se mostró su diputado Joan Mesquida, quien, tras presentar una iniciativa legislativa sobre las víctimas del terrorismo, lamentó que TVE ponga una “alfombra roja para que un criminal condenado por terrorismo difunda la voz de Batasuna en todos los hogares de España”. Mesquida subrayó la inoportunidad que, a su juicio, supone que la entrevista se programase la noche anterior a que se produzca hoy en el Congreso el homenaje anual a las víctimas del terrorismo.
En Los Desayunos de TVE ,el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, habló igualmente de blanqueo de EH Bildu.
Y ya en la parte final, como de pasada, se recoge la negativa de Otegi a condenar los atentados y los asesinatos de ETA, pero obviamente para El País era más importante destacar el ataque de la derecha a Rosa María Mateo, no que un terrorista que ahora va de político estuviese asomándose en la casa de todos los españoles en la televisión pública. ¡De traca!
Otegi se negó de forma repetida durante la entrevista a condenar a ETA y sostuvo que para él y para su grupo es más importante y más constructivo “haber contribuido al final de la violencia armada” que atascarse en las palabras. En su opinión las conversaciones que abrieron paso al final de la banda, en las que participó, son una aportación mayor que la condena de la violencia, aunque no pronunció esa palabra. También evitó pedir perdón a las víctimas de la banda y llamar “terrorismo” a la violencia etarra.