Federico Jiménez Losantos se lo pasa cañón cada sábado teniendo que repartir estopa en el mundo rosa. Este 20 de julio de 2019, en ‘La Otra Crónica’ (El Mundo), pone sobreaviso a Isabel Pantoja.
El director de ‘Es la Mañana de Federico’ (esRadio) considera que aunque a Telecinco le ha salido rentable entronizar a la tonadillera, ahora empezarán los movimientos subterráneos para echarla al lodo y que el ídolo acabe ‘humanizándose’:
Nunca, en la larga historia de Telecinco, madre de Sálvame, a su vez padre de la prensa del corazón en esta última década, ha habido un caso de idolatría programada como el de Isabel Pantoja. La presencia abrumadora de la cantante, la sumisión de los presentadores en las entrevistas, la falsa admiración de muchos colaboradores y el calentón programado del público en el plató no tienen parangón con fenómenos anteriores del mismo género. Desde que salió enfermísima de la isla de Supervivientes para reaparecer curada de todo, excepto de vanidad, nunca la Pantoja disfrutó de un culto semejante.
Losantos se hace una pregunta pertinente conociendo como funciona este mundo ‘marquesinero’ de Telecinco:
Ahora bien, ¿cuánto tardará Vasile en destruirla? La regla de oro de la tele es que todo aquel que sube debe caer y hundirse, para disfrute de los que alzaron el ídolo, después lo derriban y finalmente lo olvidan. La única que parece desconocer esta norma es la cantante. Ya se la recordarán.
Avanza dos nombres que Telecinco, en concreto ‘Sálvame’, ya habría puesto a trabajar para derribar a la artista andaluza:
Por de pronto, en el mismo Sálvame se ha creado el primer núcleo de resistencia a la pantojalatría. Kiko Hernández y Belén Esteban son los pelayos de esta reconquista que se prevé larga y con grandes índices de audiencia. Tras la entronización de la Emperatriz de Cantora, Lecturas saca en portada a la princesa del pueblo, o sea, Belén Esteban, atacando a la tonadillera, aunque el contenido rebaje el titular. Pero lo importante es la tendencia: las revistas querrán vender papel como Vasile anuncios, así que se irán alineando a favor y en contra de la tiranía de Isabel y los pantojos, de sus hijos y botijos, palmeros y agradaores, de sus amiguísimas y de la sobrinísima, Anabel, que desde que manda su tía no hay quien la aguante.
