A Pedro Sánchez le han caído en la práctica todo tipo de insultos. Desde la tribuna del Parlamento, desde las televisiones, radios y periódicos y desde su casa, por qué no decirlo.
Pero hay uno que es imposible, por rebuscado, que se lo hubiéramos colocado antes al presidente en funciones y candidato a la presidencia.
Lo hizo Arcadi Espada, el controvertido periodista del diario El Mundo, que tras contemplar el espectáculo de este 22 de julio de 2019 en la investidura que ya parece fallida en el Congreso, se anima a adjetivar a Sánchez de una manera sorprendente.
Lo hizo en su columna ya de 23 de julio, titulada ‘El discurso del eisoptrófobo’:
Sánchez no es un narciso. Todo lo contrario. La condición precisa de su supervivencia es eludir cualquier espejo. Y su trastorno diagnosticado, la llamada eisoptrofobia, la repulsión a los espejos, o más precisamente a la propia imagen que reflejan.
Espada le coloca de forma sorprendente pero bastante certera un trastorno al líder socialista, para terminar su texto con todo el pesimismo del que ha sido capaz:
Pero, en fin, todo esto es escandalosamente secundario. La farsa principal es que, sea cual sea el signo de la votación, vaya a haber un Gobierno en España a partir del jueves.