El BUNTE, así en mayúsculas que es como les gusta que se escriba a sus retorcidos propietarios, es la gran ‘revista rosa’ alemana.
Nació en 1948, solo cuatro años después que la española ‘¡Hola!’, cuando las autoridades aliadas que controlaban el territorio de la derrotada Alemana, instaron al editor nazi Franz Burda a que sacara una revista ilustrada, para transmitir cierto optimismo a la atribulada población germana.
Empezó llamándose Das Ufer, vende casi medio millón de ejemplares a la semana y durante 71 años ha sido el medio germano que ha contado las historias dulces de la realeza, los actores y los millonarios. Un punto más elitista que el siempre feroz y combativo Bild.
Y quizá fruto de esta competencia y desde que en 2016 asumió la dirección el sensacionalista Robert Pölzer, ha ido degenerando el BUNTE de toda la vida. Y ahora le ha dado por la monarquía española.
Como escribía Maribel Fernández este 9 de agosto de 2019, ríete tu de los inmisericordes ‘hachazos’ de Jaime Peñafiel o de los ‘venenosos’ secretos que desvela Pilar Eyre.
La revista germana parece haberle cogido gusto a meterse, con el motivo que sea y en cualquier circunstancia, con nuestra Familia Real.
La tienen tomada con la Reina Letizia y ahora, en un prodigio de imaginación, falta de ética y sensacionalismo, cargan contra la Princesa Leonor.
Choca, porque cuesta imaginar que se puede contar negativo de una niña de 13 años, pero los sicarios de Pölzer están en ello.
Han colocado en la diana a la heredera y con una caradura que espeluzna, ponen en cuestión hasta su carácter y titulan: ‘Leonor von Spanien: Papa, bleib bei mir! Beim’
«Leonor de España: ‘¡Papá, quédate conmigo!’ Insegura».
Los periodistas alemanes, que seguro que no tienen hijos o hermanos de 13 años que sean ya ingenieros nucleares o andan por la vida rompiendo records, eligieron esa frase para su información sobre el tradicional posado de la familia real en los jardines de Marivent.
Y subrayan que la princesa Leonor «parecía un poco insegura, siempre buscando la mano de Felipe».
Y para meter cizaña, comparan a la heredera al trono con su hermana menor, la Infanta Sofía, de quien dicen que se maneja mejor ante los reporteros:
«Leonor y Sofía intercambiaron miradas y sonrisas con sus padres durante todo el posado. Su hermana adoptó un enfoque más relajado y sonrió con confianza a las cámaras».
Y para justificar su disparata tesis, citan los germanos apariciones recientes de la Princesa, como la del club náutico de Palma en la que «la joven estuvo rodeada por el brazo de su madre casi en todo momento», mientras que en Pollença, «no soltó la mano de la abuela».
¡Menuda panda!