Todo comenzó cuando la separatista Pilar Rahola concedió una entrevista al programa El Diván de TV3, en la que ha realizado una gravísima acusación contra el rey emérito, Juan Carlos I.
Según Rahola, en un encuentro que tuvo con el monarca, éste se le acercó, le dijo “que tenía el pecho mal” y la manoseó. O tal y como lo explica la propia periodista: hizo “zumo de naranja” mientras hacía como que exprimía.
Pues resulta que, al ver que la acusación que hacía la golpista republicana le podía meter en un lío muy gordo, la separatista ha decidido cambiar su versión, negar que haya sido abuso sexual y dejarlo simplemente en una «exhibición de poder».
«Nunca pensé que haya sido acoso»