Denunció a su marido; cobró 30.000 euros al morir su segunda pareja; sacó 17.000 a la tercera y se quedó con el bar del cuarto. Es el brutal balance que deja en torno a sus relaciones de pareja Ana Julia Quezada antes de matar a Gabriel Cruz, cuyo padre era su quinta pareja.
Según cuenta Cruz Morcillo en ABC, en un reportaje titulado ‘Ana Julia, la depredadora de hombres‘, la susodicha ha vivido a costa de sus parejas o se ha apropiado de su dinero.
Su primera pareja, Miguel Ángel, le sacó de la prostitución. A cambio, se quedo con su casa y con la hija que ambos compartían en común. Como propina, le denunció por acoso.
Su segunda pareja, Javier, tenía ya un grave problema de alcoholismo y un cáncer que acabaría con él cuando la conoció.
En los últimos meses, ya muy enfermo, Javier, propietario de una empresa de hostelería, suscribió un seguro de vida cuya beneficiaria era Ana. Cobró 30.000 euros. En el tanatorio, la dominicana montó un espectáculo a base de lloros y gritos, pero esa misma noche se fue al cine y a cenar con la que ya era su siguiente pareja.
Juan Manuel, su tercera pareja, era el hombre con el que mantuvo una relación paralela. Tenía unas características similares al anterior, bastante mayor que ella y gravemente enfermo. Su familia cree que recibió de él al menos 17.000 euros. Y dicen que le pagó una operación estética por 1.300 euros.
Al cuarto, Sergio, le dejó sin su bar. Y para rematar, la asesina confesa de Gabriel trató de dirigir hacia él las sospechas del crimen. «Odia a los niños», le dijo a su entonces pareja y a una amiga. Y colocó la camiseta del pequeño en un paraje donde ella y su ex paseaba a los perros.
A Ángel, el padre de Gabriel, le conoció precisamente en el pub que habían abierto Ana Julia y su exmarido cuando llegaron a Almería. Al poco, acabaría asesinando a su hijo, Gabriel.
