No es el primero que lo dice, ni el que lo ha proclamado más alto. Bastante antes que Javier Gurruchaga cerrara este 14 de septiembre de 2019 los Encuentros CAE del Festival Internacional Canarias Artes Escénicas (CAE), poniendo a las redes sociales como chupa de domine, alguien como Salvador Sostres y algún otro ya había adelantado que Twitter y otras herramientas parecidas son, gracias entre otras cosas al anonimato, un refugio casi perfecto para los tarados, los censores y los sectarios apóstoles de la corrección política.
El actor y cantante Javier Gurruchaga es incluso más vehemente, porque se ha extendido en los antecedentes y ha intentado ir hasta la raiz del asunto.
Afirmó anoche Gurruchaga que la libertad que parecía que había alcanzado España a comienzos de los años 80 se fue diluyendo poco a poco en la misma década.
“Ahora mismo nos encontramos con las redes sociales un nuevo fascismo de la comunicación, de la cultura y hay de nuevo una censura. Una acojonante censura con obras de determinado color, con formas de actuar, con lo políticamente correcto”.
Gurruchaga incidió en que si en los 80 y los 90 la censura era suave, burguesa y acomodaticia, ahora ya la hay una desde que sales de casa:
«Estamos perdiendo libertad. Fellini estaría censurado y Pasollini también. Hay una regresión importante sobre todo por el auge de los nuevos fascismos”.
“El arte está miserablemente esclavizado porque si no, no hay subvención. Si haces determinadas obras no te comes un rosco”.
Su conocidísima figura en los años 80 con La Orquesta Mondragón o con ‘Viaje con nosotros’ acompañó a muchos españoles desde el televisor.
Gurruchaga reivindica de esa época «una mente progresista que se ha ido perdiendo con los años» y confiesa que la gente echa de menos aquellos años tan aperturistas en una sociedad de políticos mentirosos y titiriteros
