«Una necesidad común silenciada que supone un reto y vergüenza para muchas mujeres, quienes padecen más el estigma y las consecuencias de aguantarse las ganas», esto es lo que ‘sufre’ una mujer a la hora de ir al baño en la oficina según El País. Increíble pero cierto. Este bochornoso artículo publicado el 30 de septiembre de 2019 en S Moda expone el sinfín de problemas a los que se enfrenta la mujer cuando acude a hacer sus necesidades en lugares públicos, concretamente en el trabajo.
Según la nota del periódico de Soledad Gallego-Díaz, la fémina es un ser débil que padece más inseguridad que el hombre:
Peregrinar a otras plantas en busca de espacios más íntimos donde hacerlo tratando de evitar vergüenzas forma parte de la rutina asumida de muchos (…) No les afecta exclusivamente a ellas, ni a todas, pero sí en mayor medida que a los hombres.
El País hace mención a un artículo publicado en The New York Times titulado ‘La mujeres hacen caca. A veces en el trabajo. Superadlo’ en el que según explica el medio se aborda «cómo ese pudor por defecar y hablar de ello se ha infundido tradicionalmente a las mujeres, desde pequeñas, atendiendo al estereotipo de género», y expone que:
Se apoyan en las investigaciones llevadas a cabo por el psicólogo Nicholas Haslam, autor de Psicología en el baño, que plantea cómo las niñas son enseñadas antes que los niños a controlar sus ganas y más señaladas por sus ruidos y olores corporales.
De esta forma, el artículo generaliza relacionando este problema personal a la forma en la que se educa a la mujer desde que es pequeña, víctima de una sociedad machista.
Esa vergüenza puede acabar por convertirse en fobia: parcopresis, imposibilidad de defecar en un baño que no sea el propio, que a diferencia de la paruresis -síndrome de la vejiga tímida, que afecta sobre todo a hombres, intimidados por la cercanía del uso de urinarios- no está reconocida como condición médica oficial y puede favorecer el estreñimiento; padecimiento que también es más común entre mujeres.
Las redes han criticado esta publicación que daña la imagen de la mujer:
No se puede ser más ridículo. Hasta con esto queréis victimizar a las mujeres. Es, en realidad, el colmo del machismo: pintar a las mujeres como seres ingenuos, indefensos, que sufren mil veces más que los hombres por la mínima cosa…
— Eric Loup (@EricLoup3) September 30, 2019
La que se come el coco por tener que usar el baño en su lugar de trabajo tiene un problema pero es SU problema.
Otras no hemos tenido ninguno de hacerlo en medio de una escombrera porque era lo que había para todos.— Observadora Silenciosa (@OSilenciosa) September 30, 2019
Jajaja!! En serio hasta cagar en el trabajo es ya un estigma?? No os dais cuenta que sois vosotros, con estas estupideces, los que creáis este tipo de ideas ridículas!? Voy a cagar a partir de ahora subido en la taza, para que suene al caer, en deferencia a mis compañeras!
— Línea Maginot (@juankimalaga) September 30, 2019