El escabroso caso de la cabeza de Castro Urdiales ha sido tan horrendo como el doble rasero con el que lo han tratado los medios. Algo que el periodista Israel García Juez, ajeno a rumorologías y fobias mediáticas, ha dicho en ‘El Quilombo’ de Periodista Digital que no recuerda una caso «en el que los medios hubieran tratado una asesinato tan cruel en clave de humor y con morbo».
Tened cuidado cuando abrais los paquetes de Amazon, puede aparecer de repente una cabeza humana. https://t.co/ARYqnhGm4a
— Isaac Parejo (@IsaacParejo) October 1, 2019
Titular de La Voz de Galicia.
A ver, la cuestión es que tuvo bastante mal gusto en mandarle la cabeza a la amiga. Es, simplemente, una broma un poco pesada y nada más. pic.twitter.com/3JY6xhx9zp— UnaGotadeAgua (@1_uroboros) October 1, 2019
Las analíticas han revelado la cabeza de Jesús Mari –que fue hallada en una caja por una amiga de su novia, Mari Carmen – no fue hervida, sino que fue quemada con el resto del cuerpo de la víctima. Por tanto, se presupone que la cabeza no fue cortada sino que se desprendió por sí sola durante ese proceso de combustión.
La cabeza hallada en el interior de una caja en Castro Urdiales (Cantabria) pertenece a Jesús María, desaparecido desde el pasado abril y pareja de la mujer detenida. Así se lo habría confirmado la Guardia Civil a los familiares de la víctima. La identificación se habría realizado gracias a la dentadura de Jesús María, según la información que recoge el medio.
Ahora los agentes están centrados en encontrar el resto del cadáver de este jubilado vizcaíno que residía en Castro Urdiales junto a la detenida. La Guardia Civil efectuará registros en el domicilio de la pareja y también en unos terrenos que la víctima poseía en la pedanía de Sámano.
María del Carmen, la mujer de la víctima, permanece en prisión provisional comunicada y sin fianza. Fue ella quien le entregó a una vecina la caja, con la cabeza en su interior. Le dijo que contenía juguetes eróticos y que se la guardara. Argumentó que le daba pudor que los agentes la encontraran en el registro de su domicilio. En ese momento, la Guardia Civil ya investigaba la desaparición de Jesús María.
La vecina de María del Carmen pasado un tiempo, y movida por la curiosidad y el hedor que desprendía, abrió la caja y se encontró con la cabeza.
