Raúl del Pozo escribe este 10 de octubre de 2019 un artículo en El Mundo que, a buen seguro, no habrá caído nada bien en la residencia de ‘cum fraude’ Sánchez. El genial periodista y escritor no solo avisa al presidente del Gobierno en funciones sobre el resultado electoral del PSOE para el próximo 10 de noviembre de 2019, que parece no va a estar en consonancia a los tejemanejes del CIS, sino que tampoco crea en Iglesias y Errejón como socios prioritarios:
Mira, Iván, que lo avisaron los filósofos de la era digital: la viralidad arrasa y cambia el pensamiento de los ciudadanos pegados a la multipantalla; en menos de lo que tarda una golondrina en dar la vuelta al campanario se altera la intención de voto. El futuro ya no es para siempre, el homínido de la era de la información ha perdido la capacidad de esperar. Todo eso, unido a la desafección política y a la cólera ante los bloqueos, acaba en inhibición o cambio de caballo.
Apunta Del Pozo que en el PSOE empieza a ver cierta sensación de pánico:
En resumen, lo que pasa en abril puede no pasar en noviembre, sino todo lo contrario. En Ferraz ha entrado el pánico al mirar algunas encuestas que les anuncian la pérdida de cinco diputados. Hay miedo a que el PSOE no mejore los resultados y de que el PP se acerque a los 100 diputados. La alta abstención puede ser letal y se masca una paulatina desmovilización del votante socialista. Temen que los restos de cuatro partidos trastoquen los resultados y favorezcan a la derecha, como antes favorecieron al PSOE.
Señala que los expertos demoscópicos ven complicado que Sánchez saque más escaños de los que ya obtuvo el 28 de abril de 2019:
Echan cuentas los expertos y me dicen: «No hay ninguna ciudad donde el PSOE pueda crecer, excepto en Madrid o Barcelona. En Madrid van a apoderarse de votos de Rivera, pero van ceder votos a Errejón. Es muy difícil sacar un puto escaño. Yo firmaría por los 123 de las últimas elecciones». El PSOE tiene ahora 123 escaños y Pedro Sánchez esperaba llegar a 140. «Ahora muchos firmarían 130. Confiaban en una victoria más amplia», me cuentan.
Cuenta una anécdota respecto a esos 17 escaños de más que el equipo de Sánchez espera obtener:
El otro día, dos simpatizantes del PSOE con cuatro copas cantaban por lo bajini La chica del diecisiete. Porque son 17 los escaños que hay entre 140 y 123 y se preguntaban que de dónde los van a sacar, recordando el cuplé que cantaron Olga Ramos, Lilian de Celis y Lina Morgan. «Dónde se mete la chica del diecisiete / Nos tiene con sus toilettes revuelta la vecindad / La gente ya la critica pues hace tiempo que no se explica / A dónde va la chica tan bien plantá. De dónde se mete la chica del diecisiete / De dónde saca pa’ tanto como destaca».
Y concluye:
En medio de la confusión, sigo dialogando con mi llanero solitario.
– ¿Qué fallos ves en la campaña de Pedro Sánchez?
– El mayor fallo que veo es que nadie parece darse cuenta (o decirlo si es que se percatan) de que Pablo Manuel e Íñigo son antisocialistas obsesionados con el PSOE.
– ¿Por qué?
– El primero siempre quiso destruirlo, el segundo viene a chupar y vivir de su sangre. Un depredador y un parásito. Dos collares, un solo perro.