El carismático y siempre polémico presentador Jorge Javier Vázquez no se muerde la lengua ni le faltan palabras para calificar y describir la actualidad mediática.
Su blog en la popular Revista Lecturas es una fuente constante de información paralela o complementaria a la que los medios ortodoxos contemplan, siempre tamizado desde la ágil “pluma” de Vázquez.
En esta ocasión no es para menos:
No sabía qué tipo de vida podría llevar después de que pasara el tiempo de recuperación, pero, desde luego, parecía lógico que tendría que aminorar el ritmo. Al menos por un tiempo. No me sentía con fuerzas para seguir viajando todas las semanas. Lloré mucho cuando cancelé. Y durante mucho tiempo fui incapaz de escuchar música porque me acordaba de ese musical que tantísimas alegrías me había dado y del que no me pude despedir.
No soy supersticioso ni creo en las maldiciones, pero sí en las señales. Y con esta obra [‘Grandes éxitos’] había recibido varias: una ruptura sentimental, una enfermedad grave de mi querido gerente, mi ictus. Tras ocho meses de durísima lucha y sin perder nunca la sonrisa, Juan falleció el martes pasado. Tenía cuarenta y ocho años. La noticia me la comunicó P. por mensaje: “Juan se ha ido. No me llames ahora, porfa”.
Hay muertes que te enseñan muchísimo
Juan ha dejado a muchísima gente rota, entre ellos a su marido Óscar, mi profesor de canto, que lo ha acompañado durante este viaje con una entrega admirable. No me ha sorprendido. Conociéndolo, no esperaba menos de él. Hay muertes que te enseñan muchísimo. Hay gente que viene a la vida para que abras los ojos y aprendas de qué va esto. Juan me ha recordado que no existe más que el aquí y ahora. Y la sonrisa. Al irse, me he acordado del esmoquin de ‘Grandes Éxitos’.
Es hora de sacar el esmoquin a pasear de nuevo
Le he pedido a P. que me lo traiga a casa porque es hora de sacarlo a pasear de nuevo. He hablado con Juan Carlos Rubio, el director de mi próxima función, y le he dicho que tenemos que utilizarlo como sea. Que tenemos que hacer eso tan cursi de cerrar el círculo. Que nos lo debemos. No podía volver al teatro con otra función que no fuera ‘Desmontando a Séneca’.
El momento justo para hablar de la vida y la muerte
Tanto el director como yo estamos en el momento justo para hablar de la vida y la muerte. Hoy, más que nunca, miro la fotografía que mi hermana Ana me envió este verano desde Mérida en la que aparece una frase del filósofo cordobés: “Aquel que tú crees que ha muerto no ha hecho más que adelantarse en el camino”.
“Ha sido muy duro borrar del WhatsApp a Juan”
El sábado voy a ver a una espléndida Lolita en ‘La fuerza del cariño’ y acabo llorando. El domingo vuelvo al Rialto para disfrutar con Llàcer en ‘La jaula de las locas’. Y coincido con la jefa de sala que con tanto cariño nos atendió durante los meses que estuvimos ahí con ‘Grandes Éxitos’. “Ha sido muy duro borrar del WhatsApp a Juan”, me dice. Yo sigo manteniendo su número y sus conversaciones en mi teléfono. Estoy convencido de que, en más de una ocasión, volveré a ellas.
