ARTÍCULO EN EL MUNDO

Nacho Torreblanca se cachondea de la terapia psicológica de los golpistas para superar la invisible represión de España

"En los anales de la historia política va a costar encontrar una revolución tan de clase media alta como la catalana"

Nacho Torreblanca se cachondea de la terapia psicológica de los golpistas para superar la invisible represión de España
Nacho Torreblanca se parte la caja de la última locura del separatismo.

Ignacio Torreblanca se echa este 26 de octubre de 2019 unas risas a cuenta de la última idea disparatada de los golpistas catalanes, una especie de terapia telefónica para tratar los síntomas que provoca en el clan del lazo amarillo la supuesta represión que sufren por parte del Estado español.

Así arranca su artículo de El Mundo:

La Asamblea Nacional Catalana ha puesto a disposición de sus afiliados un teléfono de asistencia psicológica gratuito para tratar la ansiedad provocada por «la represión». Imaginemos la llamada. ¿Tiene usted trabajo? Sí. ¿Y de salud: cómo anda? Bien, sin problema. ¿La familia? Todos bien, la mayor ya en la Universidad, de Erasmus en Holanda, y el pequeño terminando Bachillerato. ¿Llegan bien a fin de mes? Sí bueno, no nos podemos quejar. ¿La casa? Nos queda por pagar bastante de la hipoteca pero en propiedad, sí. ¿Vida social, amigos? El Barça, el Palau, lo normal. ¿Vacaciones? Una casita en Calella, nos juntamos un buen grupo de amigos desde hace años.

Prosigue:

Entonces, ¿qué le ocurre? Es la represión, que me agobia, no puedo con ella. Entiendo que es usted independentista. Sí. ¿Puede expresar sus ideas políticas? ¿Qué quiere decir? ¿Vota independentista? Sí, a Puigdemont. ¿Tiene una estelada colgada en el balcón de casa? Sí. ¿Lleva lazo amarillo? Sí. ¿Y en el trabajo: le discriminan por sus ideas? No, ¡qué va!, soy funcionario, tenemos unos carteles pidiendo la libertad de los presos políticos en la entrada de la Consejería y hacemos todas las huelgas. ¿Y los compañeros? Bien, la mayoría son independentistas, los otros no dicen nada. Bueno, hay uno, no se si de Ciudadanos o el PP, que nos mira raro y nunca dice nada. Y luego hay otro, que se dónde vive por un amigo común, que tiene una bandera española en el balcón de su casa. ¿Acude a manifestaciones? Sí, no me pierdo ninguna Diada. ¿Votó el 1 de octubre? Sí, en mi colegio la policía no apareció. ¿Entonces? La represión me destroza, no puedo con ella. Me levanto por las mañanas y veo que la independencia está cada día más lejos y no puedo con nada, el día se me atraganta, no encuentro fuerzas para seguir.

Concluye Torreblanca que:

En los anales de la historia política va a costar encontrar una revolución tan de clase media alta como la catalana. Una sociedad con unos niveles de bienestar inéditos, de derechos políticos y sociales sin parangón. Pero frustrada hasta lo indecible por la persecución de una quimera narcisista y envenenada hasta la raíz por unos visionarios obsesionados por la identidad. Concluye la llamada. ¿Qué me pasa doctor? ¿Qué tengo? Pues tiene usted una enfermedad muy común pero no por eso de fácil curación. ¿Ah sí? ¿Y cómo se llama lo que tengo? Nacionalismo agudo. Consiste en creerse diferente y a la vez mejor que el vecino hasta el punto de no soportar la idea de convivir con él.

Te puede interesar

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

Lo más leído