SALAS FUE HOMENAJEADO POR SUS COMPAÑEROS EN BARCELONA

La infame Colau regala subvenciones a la asociación de la madre del animal ‘indepe’ que dejó a este policía tetrapléjico

El Ayuntamiento de Barcelona financia al centro que asesora gratis a los detenidos en los disturbios

Juan José Salas, el policía de la Guardia Urbana de Barcelona que quedó tetrapléjico tras la brutal agresión de Rodrigo Lanza en 2006 cuando acudía la calle de San Pere Mes Baix de la Ciudad Condal a un edificio okupado, ha recibido un caluroso y emotivo homenaje por parte de sus compañeros de la Policía Nacional este 27 de octubre de 2019 en Vía Layetana.

Salas ha sido recibido de una forma cariñosa por los agentes de la Policía Nacional, un gesto —como consigna OKdiario— que ha llenado de mensajes de cariño las redes sociales, ya que su historia encogió el corazón de toda España al quedar prácticamente en estado vegetativo en 2006 cuando contaba con sólo 39 años.

Una de estas piedras fue lanzada por Lanza e impactó de manera brutal sobre el cráneo de Salas, quien se desplomó de manera fulminante, y a pesar de ello siguió recibiendo golpes del grupo de antisistema. Salas nunca se recuperó. La pedrada le dejó en estado vegetativo y en situación de “gran invalidez”.

Lanza fue condenado a nueve años de prisión, de los cuales sólo cumplió siete. Salió a la calla y, lejos de la reinserción, volvió a matar, aunque no en Cataluña, sino en Zaragoza. Ciudad en la que agredió y mató a Víctor Laínez, de 55 años, el 8 de diciembre de 2017 por el sólo hecho de llevar unos tirantes con la bandera de España. El próximo 4 de noviembre comenzará el juicio por este crimen.

Lo más infame es que el Centro Irídia , la asociación promovida, entre otros, por Mariana Huidobro, la madre de Rodrigo Lanza -acusado por el homicidio de un hombre, en Zaragoza, Víctor Laínez, por llevar tirantes con la bandera española- recibe del Ayuntamiento de Ada Colau una subvención de 9.700 euros para que preste asistencia psicosocial y asesoría jurídica “a todas las personas afectadas por las cargas policiales o por estrés, ansiedad o angustia vinculadas a alas situaciones de tensión en el marco del ejercicio del derecho a la protesta”.

La ‘Guía de Acción No Violenta’, en cuya redacción participaron además el Consejo Nacional de la Juventud de Cataluña y el Instituto Internacional para la Acción No Violenta (Novact), habla explícitamente de desobediencia civil y aconseja a los activistas sobre cómo comportarse en caso de «represión», como «dejar el peso muerto». Asimismo, se incluyen tácticas para bloquear a los «opositores», mediante «barreras de obstaculización» o «cordones» formados por personas entrelazadas.

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