Con el gobierno de la Comunidad de Madrid en funciones, la UTE Lavinia Broadcasting S.L.U. se presentaba a una licitación, como única oferta, en el verano de 2019 para ocuparse de las externalizaciones que había heredado en el pasado de la mano de Telefónica Broadcast Service. Una oferta que solo le supondrá un 2% de margen de beneficios y el ERE para 24 empleados.
Solo dos meses después, el director general de Radio Televisión Madrid, José Pablo López, presumió en la Asamblea de Madrid de haber sacado el primer concurso para ofertar 18 plazas fijas en la empresa pública de la Comunidad de Madrid desde el ERE que supuso la salida de 800 trabajadores. La convocatoria se había publicado el 24 de septiembre de 2019.
Lo que no contó López es que no iba a ofrecer estos puestos a quienes llevan desde hace más de 6 años sacando adelante el trabajo, externalizado a través de diversas empresas, desde el ERE que tuvo lugar en 2013, como en principio obliga la ley 9/2017, de Contratos del Sector Público.
Debido a ello los trabajaores de la UTE Lavinia, hoy, consolidada la relación laboral llamada Now Audiovisual (nuevo nombre comercial único) , destinados a postproducción y grafismo en la televisión pública se enfrentan en estos momentos a un ERE de la empresa, pese a que estaríamos ante un proceso de internalización de los establecidos en el artículo 35 del II Convenio de la Industria de Producción Audiovisual y del propio artículo 16 del convenio de Radio Televisión Madrid.
Lo normal cuando se internalizan servicios es contar con los empleados que llevan años “haciendo jornadas de hasta doce horas” para la empresa. Pero en Telemadrid quienes mandan son los sindicatos, y tienen a mucha gente para colocar. Así que las plazas habrían sido repartidas previamente. ‘A dedo’, como suele hacer el inefable José Pablo López.
Según denuncian los afectados a PD, “la baremación resulta injusta para cualquier candidato que no sea extrabajador de Telemadrid”, ya que la mayor puntuación se obtiene si se ha sido empleado en la antigua etapa de la cadena. Así, en opinión de estos empleados, lo que se busca es recolocar a los despedidos en el ERE de 2013, además de algún liberado sindical, en una empresa que lleva desde 2011 sin convocar elecciones sindicales. Además, argumentan, “no hay manera de saber quién conforma el jurado o tribunal que ha emitido las puntuaciones”. El pasado martes se hacía pública la lista de seleccionados.
«José Pablo se refugia en la Carta Básica de Telemadrid que le dice que tiene que internalizar. «Como me obligan a internalizar, yo internalizo», dice. La ley dice efectivamente que si tú internalizas tienes que asumir a esos trabajadores como propios y que si los despides debes asumir ese ERE. La clave es que inmediatamente convocan un concurso por mérito para colocar a los amiguetes de los sindicatos», dicen fuentes internas de Telemadrid consultadas por PD.
«El sistema de internalización es irregular y el propio concurso está cantado y amañado porque son los sindicatos los que controlan a esos departamentos. La comisión evaluadora es totalmente opaca: ellos deciden quienes entran y quienes no. Algunos incluso colocan a sus parientes. ¿Qué consigue José Pablo López? Supervivivencia a basa de tener contentos a los sindicatos de clase, que callan ante escándalos como el de los falsos autónomos».
«Somos el eslabón más débil del proceso. Resulta que con la nueva dirección, —denuncia uno de los trabajadores afectados en conversación telefónica con PD— las oportunidades son para los antiguos del ente. Hay un pacto tácito para preservar la paz social. Estamos subyugados, no tenemos ninguna capacidad. Toda la clase media de Telemadrid no entiende esa postura. La dirección de la empresa ha llegado a ese tipo de «apaños». Esto no tiene sentido, los propios jefes no quieren que nos marchemos. Hemos trabajado en un camión, un garaje… Y nos echan por la puerta de atrás», denuncia.
Y todo para colocar a sus colegas y amiguetes.
«No queremos estar por detrás de todos. Entramos sin horarios, sin turnos…. José Pablo es un tío de personalidad difícil. Es la decisión del director junto con el comité de empresa que pertenece a un ente que ya no existe. No hay por donde cogerlo. José Pablo no quería problemas pero esta solución está llena de irregularidades. Es un atropello, nosotros solo nos hemos dedicado a trabajar».
Así, los empleados de Lavinia, acusan a la dirección de Radio Televisión Madrid, de haber convocado un concurso “dirigido”. Tanto es así que el pasado 30 de octubre, a las 11:16 de la mañana, el comité de empresa de Lavinia se envió a sí mismo un burofax, al que ha podido tener acceso este medio, en el que figuraban los nombres de quiénes serían, de entre las personas que optaron a la plaza, los elegidos. Acertaron 12 de los nombres. Entre las personas que han obtenido las plazas, además, hay familiares de miembros del comité de empresa de la antigua Telemadrid.