El libro El cortijo andaluz es una radiografía sobre los últimos casos de corrupción en Andalucía escrita por el periodista Agustín Rivera, que aúna el reporterismo y el periodismo de investigación, explica cómo Francisco Javier Guerrero fue fichado por Manuel Chaves y fue subordinado de hasta tres consejeros de Empleo de la Junta; y viajó a El Pedroso, el pueblo natal del fallecido editor José Manuel Lara, el origen de la trama de los ERE. El PSOE organizó en este municipio sevillano un ayuntamiento paralelo, como Juan Antonio Roca en Marbella.
Las causas de una posible imputación de José Antonio Griñán en el caso, las relaciones de la Junta de Andalucía con la familia de Felipe González y de los hijos de Manuel Chaves también forman parte de El cortijo andaluz. Treinta años de subvenciones, enchufismo y despilfarro, un libro que asimismo analiza las relaciones políticas y el fracaso de las cajas de ahorro andaluzas. Hay explicados con detalle muchos más episodios de un sistema clientelar de más de tres décadas, en la única comunidad autónoma española en la que no ha habido alternancia política.
En la Junta de Andalucía no se movía un papel importante sin que lo supiera Gaspar Zarrías. Ahora ha sido condenado a 9 años de inhabilitación especial y su carrera política está acabada. Porque Zarrías era el ‘todopoderoso’, también autodenominado como «un simple interruptor» porque se encargaba de «vehicular los problemas». Vicepresidente de la Junta con Chaves, nada de lo que ocurría en la provincia de Jaén le era ajeno. El que fuera secretario de Política Municipal en la Ejecutiva Federal del PSOE, presumía de controlar todo lo que pasaba.