A pesar de que desde La Sexta insisten mucho en lo bien que le va a Salvados sin Gonzo, no ha pasado mucho tiempo y el equipo ya se va tomando licencias vacaciones. La ventaja es que la ausencia de ‘Salvados’ permite a ‘El Objetivo’ volver al prime time (¿Será duro saberse segundo plato para los programadores de la casa?).
Desde que irrumpió Vox en el Congreso, los de ‘El Objetivo’, como antes que ellos otros programas de La Sexta han intentando sentar a Santiago Abascal, a Ortega Smith o a otros dirigentes del partido frente a sus presentadores estrella como Ana Pastor, Antonio García Ferreras, Jordi Évole, Gonzo o Mamen Mendizabal para un combate de sumo del disfrute de polemistas, pero los verdes no han estado por la labor y han limitado sus entrevistas a Atresmedia a Antena 3 TV, ya fuera para ‘Espejo Público’ o ‘El Hormiguero’.
Pero ‘El Objetivo’ tenía una tertulia de políticos que ya usaba en la temporada pasada y ofreció a Vox participar en una de estas, al estilo que ocurre en el Canal 24 Horas de TVE. Los voxeros aceptaron y mandaron a Ignacio Garriga.
El problema es que Ana Pastor no es Marc Sala. Ella no le gusta sentirse árbitro, sino delantera chutando penaltis, pero sin soltar el silbato. Así pues, no dudo en replicar y apostillar la mayoría de intervenciones de Garriga con una insistencia y fijación que no tenía con los representantes de los otros partidos políticos.
Pongamos por ejemplo que cuando Garriga criticó al PP, Ana Pastor rápidamente trató de desautorizar su posición por el apoyo de Vox al PP en varias comunidades, pero en cambio no puso sobre la mesa cuando el PSOE defendía la Constitución sus pactos con partidos anticonstitucionales en otras autonomías. Cuando Garriga criticó el multiculturalismo, Pastor no dudó en afear su comentario, mientras que otras intervenciones de otros diputados criticando duramente planteamientos conservadores no merecieron apostilla alguna de la presentadora. Daba la impresión de que Pastor llevaba mucho tiempo deseando tener frente a ella a uno de Vox para su momento de lucimiento, lo que ella más desea, y no quería perder la ocasión.
El momento más palpable fue el de la última intervención. Ana Pastor pidió a todos los diputados una reflexión sobre las fake news y sobre la situación actual. Garriga dio su posición y como respuesta, sin venir a cuenta, Pastor lanzó una apostilla que tenía guardada:
Ignacio Garriga – Yo sobre los fake-news, yo también apuntaría la responsabilidad de los periodistas y medios como esta casa que al final en muchos momentos tenemos que ver esos señalamientos y esas media verdades hacia partidos y hacia votantes como ha sido en nuestro caso (…)
Ana Pastor – (Resoplido)
Ignacio Garriga – Dicho esto (…) No vamos a entrar en ese juego como esa famosa cumbre que ha sido esa pasarela de egos de esa cumbre con todos esos que venían todos en aviones privados, yo creo que es muy importante que a la emergencia nacional es parar el Golpe de Estado en Catalunya, pongamos la emergencia social que están padeciendo muchas familias con la vivienda y con los salarios y con acceso…
Ana Pastor – Yo le agradezco que esté aquí, Señor Garriga, en la tele que Vox quiere cerrar, gracias.
Garriga no pudo ni contestar a la coz de Pastor, puesto que ya le habían apagado el micro al concluir su turno dlo e palabra. ¿A cuento de qué venía la acusación de Pastor que ni ella explicó? ¿Si Pastor quería sacar ese tema no hubiera sido mejor sacarlo en un momento en que el diputado barcelonés pudiera replicar y no cuando ya lo había despedido?
Dicho sea de paso – y ya que a los de ‘El Objetivo’ les gusta tanto pontificar sobre qué es verdad y que es mentira – Vox no tiene en su programa electoral retirar la licencia ni a La Sexta de Atresmedia ni a ningún otro operador privado de televisión. ¿A cuanto de qué lo que soltó Pastor? A cuento de que hace referencia a una broma boba que hizo en un mitin en Albacete el dirigente de Vox Víctor González Coello hace ocho meses sobre que podrían cerrar La Sexta.
¡Sí, ha retrocedido ocho meses para una apostilla de un Garriga que ni parecía pillar de lo que le estaba hablando! Así es nuestra Ana Pastor, ella quería su momento de lucidez y tenía su puya guardada desde entonces para el primer dirigente de Vox que se le pusiera a tiro. Y, a falta de Abascal, Ortega, Monasterio u Espinosa, pues le pusieron al diputado por Barcelona Garriga y se lo escupió a él sin darle ocasión de réplica. Es de desear que Pastor haya quedado a gusto tras tanto tiempo deseándolo. Si este artículo le sirve para satisfacerla el tema, por nosotros que no quede.
El que igual no se quedó tan a gusto fue Garriga, que además de no poder contestar a Pastor tuvo que soportar murmullos de burla cada vez que hablaba y suspiros y gestos del resto de diputados presentes que musitaban cosas del tipo «madre míaaa…» mientras Garriga exponía su punto de vista que, a lo que se ve, no les parecía soportable al resto de legisladores presentes. En eso se agradecerá la claridad de Felipe Sicilia, del PSOE, que se dejó de cuchicheos y le dijo a la cara a Garriga que su opinión le parecía ‘repugnante’. Puestos a ser así de contindente, mejor a la cara.
Por cierto, si Pastor quería preguntar a Garriga por el cierre de televisiones, le podría preguntar por TV3. Ahí no fue otro dirigente bromeando en un mitin de tiempo a, no, fue el propio Garriga quien dijo, y no en broma, que ellos querían el cierre de la cadena pública catalana. Tema pertinente para tratar y que en sus entrevistas por aquella casa se evitó sorprendentemente tanto por parte de los entrevistadores como del entrevistado. Pero claro, no tenían a una Pastor. Y es que si en manipulación gana TV3, en afán de protagonismo nadie puede superar a la titular de ‘El Objetivo’.