El lema del imperio turístico Bahía Príncipe es «La felicidad no es un destino, sino una manera de viajar«, y no les falta razón, porque además es lo que consiguen de verdad para con sus clientes.
Un imperio que levantó un inspector jefe de Policía, Pablo Piñero, que se convirtiera en uno de los grandes empresarios del turismo español y que falleció el 31 de agosto de 2017.
El murciano, creador de Soltour y Bahía Príncipe, cimentó su imperio con una tenacidad soberbia. Muy inteligente, trabajador incansable y valiente, rasgo esencial para todo buen empresario, Piñero dejó todo su imperio a sus tres hijas: Encarna, Isabel y Lydia.
Ahora las tres herederas comandan la importantísima nave turística, valorada en más de 500 millones de euros, con soltura y encarnando el espíritu mismo del legado de su padre.
Encarna es la vicepresidenta ejecutiva de la compañía, mientras que Isabel es vicepresidenta de Marketing y Comunicación; junto al trabajo de la pequeña Piñero, Lydia, han dotado a la compañía de una imagen corporativa moderna, alegre y distinguida.