Lo tiene de color hormiga Pedro Sánchez. Si finalmente acaba siendo investido dentro de ese pacto de la vaselina con Podemos, ERC y Bildu, al mandatario español le van a hacer la vida imposible desde el primer día, tal y como cuenta este 21 de diciembre de 2019 Nacho Torreblanca desde su tribuna de El Mundo:
Alberto Garzón, futuro ministro del Reino de España, nos dicen, anteayer anunció que la justicia europea ha confirmado que el Tribunal Supremo «destila un ciego ultranacionalismo que le impide cumplir con la imparcialidad requerida». En otras palabras, que el próximo Gobierno tendrá entre sus filas a un ministro con un criterio democrático tan prístino que piensa que Nicolás Maduro es un presidente legítimamente elegido y Evo Morales un presidente ilegítimamente depuesto después de amañar unas elecciones pero que España no es un Estado de derecho.
Y le deja bien a las claras a Sánchez lo que va a encontrarse cada noche:
Decía el presidente del Gobierno que no podría dormir si tuviera a Unidas Podemos en el Gobierno. Pues antes de irse a la cama Sánchez va a tener que empezar a pensar en cómo van a votar en el Parlamento Europeo sus socios de gobierno cuando se presente el suplicatorio de Puigdemont. Porque seguramente habrá eurodiputados que citen al ministro Garzón o a su vicepresidente Iglesias, que ayer lamentó cómo «la judicialización del conflicto político aleja su solución». Esa futura votación es ya la primera crisis de un gobierno de coalición no nato.