Que los periodistas se vayan acostumbrando. Como todo el mundo a estas alturas sabe, en un gobierno chavista lo primero que desaparece es la libertad de prensa.
Pero lo que nadie esperaba es que Pedro Sánchez agradeciera, con la cara de concreto armado que le caracteriza, la presencia de la prensa que él mismo había vetado en el salón Chimenea del Congreso de los Diputados a la firma del acuerdo programático entre PSOE y Podemos para formar el que podría ser el primer Gobierno de coalición de España.
Sólo han permitido la entrada a los cámaras y fotógrafos para evitar someterse a preguntas, dejándose fuera a los redactores encargados de elaborar la información. No admitir las preguntas de la prensa significa obstaculizar el libre ejercicio del periodismo, que constituye uno de los pilares de las sociedades democráticas.
Tampoco se puede pecar de ingenuos: la experiencia indica que el chavismo no promueve la libertad de prensa sino que la ahoga hasta la asfixia señalando a periodistas como ha hecho Pablo Iglesias en repetidas ocasiones. Así que menos lobos, Caperucita.
PSOE y Unidas Podemos vetan la entrada a los periodistas a la sala donde firmarán su acuerdo y pronunciarán unas palabras. No permiten ni que los periodistas estén presentes, aunque permanezcan callados. Sólo quieren cámaras de vídeo y foto. Así comienza el Gobierno de progreso.
— Daniel Basteiro (@basteiro) December 30, 2019
.@sanchezcastejon da "las gracias a los medios de comunicación por acudir a esta comparecencia". En realidad, salvo los compañeros gráficos, el resto de periodistas estamos en el pasillo, a unos metros de la sala, o en redacciones, sin poder siquiera presenciar el momento.
— Daniel Basteiro (@basteiro) December 30, 2019